Las declaraciones del “cura obrero” sobre el aborto que Ezzati debería leer
El sacerdote Mariano Puga, el "cura obrero", indicó el 2014 que "lo otro que me molesta, es que los sectores que más se oponen al aborto en todas sus formas son los que menos se preocupan de cuándo esa guagua nace, qué va a hacer en el futuro si es pobre".
Todo Chile ha manifestado su opinión respecto del proyecto que despenaliza la interrupción del embarazo en nuestro país, y el sacerdote Gerardo Joannon, quien volvió de Argentina tras haber sido investigado y sobreseído (por prescripción) por adopciones irregulares, no fue la excepción.
“Ayudé a que no murieran niños y ahora se legisla para matarlos”, indicó Joannon a La Tercera. Estos dichos fueron a su vez respaldados por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien manifestó que “yo no juzgo la actitud de Joannon, puede haber tenido dificultades, puede haber tenido situaciones problemáticas, pero comparto lo que él dice, la vida siempre es sagrada, siempre hay que defenderla”.
A raíz de estos dichos, en las redes sociales se reflotó una entrevista que dio el conocido “cura obrero”, Mariano Puga, a La Segunda en el 2014.
En Junio de ese año, si bien precisó que “es un problema que, en último término, la ciencia médica es la que tiene que decir cuándo hay una persona”, empezó a desmenuzar las causales que actualmente están contenidas en la ley.
“Pero para las tres causales que se plantean, en el caso cuando está en riesgo la vida de la madre, la Iglesia ya está clara en eso”.
Respecto de la violación, la materia más polémica que se discutió (y que contó con el rechazo de algunos parlamentarios de la DC), Puga en ese momento indicó que en ese caso “lo normal es que lo dé en adopción, pero creo que cuando una niña es incapaz de mantener psicológicamente esa situación, hay que aplicar el mismo criterio que el riesgo de la salud de la madre ¿Por qué la salud biológica y no la salud mental?”.
Luego, sobre la inviabilidad del feto, Puga se pregunta que con el avance de la ciencia “cuándo es posible saber si esa persona va a vivir o no, hay que dialogarlo. Y, en último caso, ¿quién va a decidir? La mamá, pues. Hay que dejarlas que decidan en esos casos límites”.
Respecto del aborto como delito, este sacerdote indicó que hay madres que han querido llegar al final del embarazo, “¿Pero por qué voy a castigar a la que no?”.
De todos modos, , enfatiza que “lo que sí me parece hipócrita, es que lo que no nos estamos planteando, son los 40 mil casos que van a esas clínicas clandestinas o con las parturientas. Me toca a cada rato ver cómo esas situaciones las han marcado de por vida”.
Ante la consulta, bajo la premisa anterior, sobre si debería haber aborto para todos, Puga precisa que no dice eso. “Lo que digo es que ojalá esas mujeres el Estado les diera la posibilidad de ser acompañadas, aconsejadas, y que les demos la oportunidad de no ir a la primera clínica clandestina a hacerse un aborto”.
También envía un mensaje a los que se oponen al aborto: “Lo otro que me molesta, es que los sectores que más se oponen al aborto en todas sus formas son los que menos se preocupan de cuándo esa guagua nace, qué va a hacer en el futuro si es pobre. En cambio los que son pro aborto son los que más se preocupan por los derechos de ese obrero u obrera en el futuro”.
La entrevista a Puga concluye que “no me parece congruente que sea tan preocupada de que no se atropelle la vida de esa personita, y después tan despreocupado de cómo la acojo en su vida. ¿Por qué se preocupó tanto para que naciera, y no cómo iba a crecer esta hermana o hermano, como dice Jesús, con los mismos derechos que yo?”.