Adiós, leña: este es el plan de descontaminación en cuatro ciudades del país
Las medidas apuntan a disminuir la emisión de material particulado fino, sustancia que causa enfermedades respiratorias, y con ello mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Talca, Chillán, Osorno y Coyhaique se sumaron al Plan de Descontaminación Atmosférica que desarrolló el Gobierno para 2016 y que forma parte de los 14 planes a nivel nacional.
“Como ministerio celebramos el alcance y con argumentos concretos, porque la mayoría de los beneficios que se obtendrán gracias a la estrategia, -sobre un 85%- serán atribuibles a la disminución de casos de mortalidad y enfermedades evitadas”, detalló Pablo Badenier, ministro de Medio Ambiente.
Precisamente las medidas apuntan a disminuir la emisión de material particulado fino -MP10 y MP2.5-, sustancia tóxica que provoca enfermedades respiratorias. Según la información del ministerio, la principal causa del MP10 es la leña, fuente de contaminación en el sur. “La leña es responsable de más 77% de emisiones de material particulado, llegando incluso al 95% en el caso de Osorno”, señala un comunicado.
Las medidas
Dentro del plan está el reacondicionamiento térmico de viviendas, el cambio de calefactores a leña por equipos eficientes, el aumento de la oferta de la leña seca y la restricción a la comercialización y uso de leña húmeda.
A ello se suma el control de emisiones de calderas, restricción de las quemas agrícolas y forestales, así como programas de educación y sensibilización a la comunidad.
De acuerdo a datos del ministerio, los beneficios del proyecto son auspiciosos: reducción de más de 2.800 muertes, de 1.865 admisiones hospitalarias y 10 millones de días laborales que no se pierden.
Un elemento sorpresa dentro del proyecto fue el “globo cautivo”. El instrumento, hecho junto a académico de la Universidad de Chile, cuenta con un equipo de microetalómetro que realiza un sondeo y obtiene información de temperatura, presión y humedad relativa de la atmósfera capitalina.
“El globo permite tener una medición vertical de la concentración de contaminantes, esa es una información que no tienen las otras estaciones. Queremos entender cómo funciona la dispersión de la contaminación en Santiago”, detalló Roberto Rondonelli, académico de geofísica de la Universidad de Chile e investigador de CR2, Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia.
