"Disculpe, me violaron": la cruda carta de una chilena abusada en Brasil
En franca indefensión se sintió luego del ataque, donde vivió la incredulidad y cuestionamiento de la gente.
“Esto no se va a quedar guardado en el cajón de los malos recuerdos”, expresó la víctima, que fue atacada sexualmente por un sujeto en Isla de Morro, Sao Paulo. En la misiva que dejó publicada en su cuenta de Facebook.
“Triste es darse cuenta de que, al menos en Sudamérica, la mujer sigue siendo un cacho“, explica, quien además advierte que ningún profesional médico la ha revisado, y ha sido sujeto de la burocracia que este tipo de delitos conlleva.
Junto a una amiga fueron a vacacionar a Salvador de Bahía, y en el último día que pasaron en la mencionada isla, la joven quiso salir a tomar fotografías. Todo iba bien hasta que un sujeto la persiguió, con el objetivo de interceptarla y violarla.
Luego del crudo episodio, hubo gente que pasó por el lugar, pero no le prestó ayuda, “excusándose luego de que es normal ver a las parejas en esa situación (claro, ahorcándose, a golpes y gritos, OK)”. Aprovechando el estado en que se encontraba el violador, quien estaba drogado, la afectada logró escapar y correr hasta que llamaron a la ambulancia.
La diferencia de idiomas y la inoperancia del doctor que la atendió ofrecieron un panorama aún más desolador para la víctima, que debió someterse a diversos exámenes y pericias policiales para tratar de identificar al violador. El asunto se tornó aún más cruel cuando el nochero del hostal en que se hospedaba actuó como testigo de los hechos.
“El nochero debía repetir una y mil veces que yo no me había buscado la violación (como si eso fuera posible), que él es testigo de verme salir sobria, lúcida y temprano del hostal con la intención de pasear y tomar fotos. Una enfermera me preguntó si había usado preservativo…OK”, aclara la víctima, con evidente frustración ante el nulo apoyo.
En su llegada a Chile, las cosas no mejoraron mucho, y la jovenfue derivada entre el Servicio Médico Legal e instituciones de salud. “Mientras sigo cargando este enorme peso, estoy sentada en mi puesto de trabajo, porque no puedo permitirme perder un día de trabajo, un día de sueldo, pensando en lo que puede venir”, concluyó. Puedes leer la carta completa en este vínculo.