Ángela Villón, la primera prostituta candidata al Parlamento peruano: "Haré del Congreso un burdel respetable"
La mujer de 51 años, espera ganar los comicios del domingo para comenzar a velar por las más de 250 mil trabajadoras sexuales de Perú.
“Voy por el número 19, Ángela Villón, una puta decente que hará del Congreso un burdel respetable”. Con esas palabras, la mujer de 51 años, confirmó su candidatura a diputada en el país vecino, recibiendo múltiples críticas a su postulación. Esto, principalmente porque Villón no es una mujer cualquiera, sino que es la primera prostituta en aspirar llegar a un cargo de esta envergadura.
Bajo el alero del Frente Amplio (FA), esta mujer, además de intimar con sus clientes, busca captar votantes para los comicios del domingo, en medio de la controversia que se ha generado en Perú por el hecho de que una “puta” quiera llegar al poder Legislativo.
La prostituta “empoderada” como se autodenomina ella, contó que ha recibido todo tipo de insultos y comentarios vulgares por su candidatura. “Incluso me dijeron que cómo es posible que una mujer fácil, que le gusta abrir las piernas y tener a los hombres encima, pueda intentar entrar al Congreso“, indicó la ex presidenta del Movimiento Nacional de Trabajadoras Sexuales (MNTS).
Su principal misión, si llega a ganar las votaciones, será velar por las más de 250 mil trabajadoras sexuales de su país. “Ya estamos cansadas de la misoginia diaria, de que todo el tiempo las autoridades nos digan que no se encargarán de nosotras porque hay temas más importantes. ¿Acaso no somos personas? Las muertes de nuestras compañeras ni siquiera figuran en los informes de feminicidio”, consignó Soy Chile.
Dentro de sus primeros proyectos, Villón buscará que la prostitución se convierta en un trabajo como corresponde, para que quienes la ejerzan, gocen de todos los beneficios de la ley, como el acceso a un seguro integral de salud y un programa de pensiones.
“Las autoridades no cumplen con su función y para deslindar nos hacen ver como el foco de las infecciones, dicen que somos las culpables de las enfermedades de transmisión sexual”, señaló, agregando que “la población no lo entiende porque hay una influencia muy religiosa, una cuestión conservadora y un machismo terrible. La gente prefiere mirar a otro lado en vez de aceptar una realidad latente. Te pueden estar matando y los demás dicen ‘no, déjala, se lo mereció por puta'”.
A pesar de haber tenido múltiples trabajos, Ángela confiesa que la prostitución es la que más disfruta, ya que la ayudó a “encontrarme a mí misma y a trazarme metas. Me di cuenta del poder de mi cuerpo y que me gusta sentirme deseada. Así empecé a disfrutar mi trabajo. Con esa capacidad puedo hacer vulnerable hasta al hombre más fuerte“.
“Queremos mujeres empoderadas que acepten que sí son trabajadoras sexuales porque les gusta”, enfatizó.