Contaminación acústica, uno de los mayores problemas que detectan los santiaguinos
No solo es molesto, si no que a determinados niveles puede generar estrés, pérdida de la audición, afectaciones cardiovasculares y conductas agresivas. ¿Te suena conocido?
Bocinas, gritos, música fuerte, ruidos de construcciones son algunos de los elementos que los ciudadanos asocian a la contaminación acústica, uno de los mayores problemas que detectan los santiaguinos en materia ambiental después de la contaminación del aire y la basura.
No solo es molesto, si no que a determinados niveles puede generar estrés, pérdida de la audición, afectaciones cardiovasculares y conductas agresivas. ¿Te suena conocido?
En el marco del Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido, el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, dijo que se busca crear conciencia sobre el impacto de este contaminante “invisible”.
Actualmente, los niveles de ruido estandarizados por la OCDE son los siguientes: en horario diurno, de 65 decibeles hacia abajo es “aceptable” y de 65 hacia arriba “inaceptable”. En horario nocturno, se considera “aceptable” el rango de 55 decibeles hacia abajo e “inaceptable” más de 55.
“Nuestra institución elabora mapas de ruido de las ciudades, trabajo que ya hemos realizado en el Gran Santiago, Temuco-Padre Las Casas, La Serena-Coquimbo y Valdivia (…) Con esta información podemos tomar decisiones en materia normativa, relevar el ruido como una variable del ordenamiento territorial o conocer las necesidades de aislamiento acústico que requerirían nuevas construcciones”, señaló Badenier.