Telómeros alterados en el Gobierno
Hubiéramos esperado, más bien en marzo del 2017, que la Presidenta Bachelet hubiese pedido sincerar aspiraciones parlamentarias a sus Ministros y colaboradores.
Ernesto Evans es El Dínamo.
Cuando la Presidenta Bachelet, en el consejo de gabinete del 30 de mayo, pide a los Ministros que declaren ahora sus intenciones de ser candidatos para darle continuidad al gabinete, da la impresión que se hubiera adelantado un acaecimiento político. Se habla de la expresión “pato cojo” para referirse a los Presidentes que, como Obama, están la última parte de su mandato, y por tanto ellos saben que no van a ser reelegidos. También se aplica los integrantes finales, o de última hora, meses antes, que tiene un Gobierno que está por terminar; aquellos leales que, comúnmente, no son candidatos al Parlamento o a alguna investidura internacional.
El 19 de noviembre de 2017 tendremos elecciones presidenciales. Serán en conjunto con las elecciones de diputados y senadores, y también las de consejeros regionales. Hubiéramos esperado, más bien en marzo del 2017, que la Presidenta Bachelet hubiese pedido sincerar aspiraciones parlamentarias a sus Ministros y colaboradores: “Quien me acompañe hasta el último día de gobierno un paso al frente, los demás a sus quehaceres”. ¿Por qué 8 meses antes?
Porque el telómero político está alterado. Los telómeros están en los extremos de los cromosomas, y, según algunas teorías, son como el reloj biológico del cuerpo humano que controla el envejecimiento. Si está perturbado, podría causar envejecimiento prematuro. Como en la progeria, enfermedad rara que causa que los niños envejezcan en el primer y segundo año de vida.
Algo así le pasó a la administración de la Presidenta Bachelet. Ya en el 2015 se notaba un cansancio, como si estuviera viviendo el tercer o cuarto año de gobierno. Hay varias causas de esta progeria política: no ha logrado repuntar en las encuestas, el caso Caval, el deterioro generalizado en la percepción de la política, los desastres naturales (incendio en Valparaíso, terremoto en La Serena-Coquimbo el 2015), la falta de afinidad con el ex Ministro Burgos, el fuego amigo, etc. Eso por una parte. Pero por otro lado, la imposición de sacar adelante un conjunto de reformas complejas como la tributaria (con dos etapas), la educacional, la laboral, la constitucional, y otras que quedarán en la lista de espera como la previsional. Al coctel anterior se suma la pólvora peligrosa del bajo crecimiento y la amenaza del desempleo.
Da la impresión de ver un cuerpo cansado haciendo varios trabajos pesados, pero cuando aparece un síntoma de este calado, el remedio debe ser proporcional. En un libro titulado “Las Trampas de la Mente” de Joseph T. Hallinan (premio Pulitzer), concluye, tras el análisis de varios estudios, sobre la necesidad de poner foco en las cosas que hacemos para cometer menos errores. Es la ilusión multitarea, y no son pocos los estudios que insisten en no realizar varias tareas a la vez porque, incluso, es peligroso. (Un conductor, por ejemplo, manejando y tecleando el GPS). Lo anterior para tener mejores resultados y menos estrés. Y una recomendación desde el lado del espectador es el foco, cerrar frentes y focalizarse, por ejemplo, en la gratuidad de la educación, que será uno de los cambios importantísimos para la sociedad chilena.