Economía de la colaboración y sociedad civil
Andres Barrientos es Director Ejecutivo Ciudadano Austral: Ingeniero Civil en Obras Civiles de la Universidad de los Andes. Fue ayudante en cátedras de Hidrología y Geología. Ha estudiado políticas públicas, economía y sociedad en diversas instituciones como Instituto Cato, LyD, FJG y ATLAS Network. Columnista en medios nacionales e internacionales.
En el siglo XXI a través de los avances explosivos de la tecnología se está viviendo una serie de cambios en los procesos e interacciones económicas y humanas que develan las preferencias temporales en nuestras sociedades contemporáneas.
Uno de ellos pasa por ir más allá de los procesos económicos tradicionales y que corresponde -gracias al principio de subsidiariedad- a soluciones privadas de solidaridad voluntaria que se expresa mediante agrupaciones de la sociedad civil que se articulan entre ong, fundaciones, corporaciones para solucionar problemas de carácter público.
Tenemos por ejemplo: Fundación Las Rosas, fundada por Monseñor Santiago Tapia, que se dedica a acoger a los adultos mayores más pobres y desvalidos del país. Teniendo más de 2.200 residentes en 30 hogares ubicados entre las regiones de Coquimbo y Los Ríos.
Por otro lado, se tiene la Fundación Coaniquem (Corporación de Ayuda al Niño Quemado), que destina más de 2.400 millones de pesos en rehabilitación. Y así, tenemos también un sin número de organizaciones en la Región de Los Lagos. En la cual destaca en los últimos años, Fundación Chiloé Concertante, que mediante gestión de su fundador, el contrabajista chilote con estudios en Viena, Óscar Mendoza, realiza memorables actividades para educar, incentivar y destacar los valores de la tolerancia mediante la proyección de la música extranjera en jóvenes del archipiélago de Chiloé y la región.
Fundación Chiloé Concertante, ha destacado por su capacidad de integrarse en la comunidad, incentivando como nunca antes el valor de luchar por nuestros sueños y en ello, entre el 8 y 12 de agosto se realizarán conciertos con entrada liberada en las comunas de Ancud, Castro, Dalcahue, Puqueldón y Quellón, además de clases magistrales con músicos del mundo para niños y jóvenes.
Esta institución chileno-europea viene a entregar soluciones privadas a inquietudes públicas, en un marco de alianza con grandes empresas que están presentes en Chiloé y el país, trayendo la cultura y los mejores artistas del viejo continente a lugares donde la gestión estatal no llega. De ahí que merece un espacio para destacarla, porque su misión se centra en una necesidad del siglo XXI, extraer lo mejor de las diferentes culturas del mundo, para una lejana región del sur de nuestro país.