El recado de Isaac Givovich a su cuñado Joaquín Lavín Jr.: "Es un arte transar valores por una portada"

Durante esta semana, a través de una carta al director de La Tercera, Joaquín Lavín Jr. expresó su apoyo al proyecto de matrimonio igualitario. Esto desató que varios diputados gremialistas dividieran la colectividad en apoyo a las palabras del esposo de Kathy Barriga. En tanto, otros se cuadraron con la postura que el partido adoptó frente al documento que prepara el oficislismo.

Uno de ellos, fue Isaac Givovich, esposo de Asunción Lavín León y cuñado del diputado, quien a través de una carta enviada al mismo medio, titulada “Cohecho valórico” se refirió a las palabras del hijo del ex candidato presidencial señalando que “el respeto por la causa de las libertades civiles no se debe confundir con que intenten modificar nuestras raíces sustentadas en valores cristianos y occidentales”.

Givovich sostuvo que las palabras de Lavín Jr. fueron transadas por “portadas de diarios” y arremetió contra él indicando que “si tu convicción tiene precio, entonces no debes ser considerado un líder; los líderes deben ser ejemplos de coherencia y consecuencia. Los valores no pueden ser transados, vendidos o arrendados”.

“Esta no es una guerra contra los homosexuales; queremos que ellos vivan en paz, pero eso dista mucho de permitir que cambien nuestros principios. Ellos deberían darse sus propias órdenes morales y no cambiar los nuestros. Creemos que la familia es el núcleo central de la sociedad”, sostuvo.

En ese sentido, además de ratificar su postura contra el matrimonio homosexual, el esposo de Asunción Lavín, no dejó de lado las palabras usadas por su cuñado durante la semana. “Frases como ‘hay diferentes tipos de familia y que se deben integrar a la sociedad’, es mera semántica o politiquería barata. Decir que estudios demuestran que los homosexuales no se diferencian de los heterosexuales en las habilidades parentales y que por ello también están capacitados para adoptar a un niño, centra la discusión de la adopción en quienes están en disposición de adoptar y no en los derechos de los niños“.

“Se ha transformado en un arte el transar valores y principios por un poco de popularidad o una portada. El bacheletismo-aliancista de ayer, terminó por herencia como la peor lacra de hoy, el cohecho valórico“, finalizó.