El Mercurio se suma a la UDI en la defensa corporativa del senador Jaime Orpis
La editorial del diario criticó duramente que el otrora legislador gremialista haya quedado con prisión preventiva como medida cautelar. El parlamentario es investigado por fraude al fisco, delitos tributarios y cohecho.
Cuando la justicia determinó que el senador desaforado y renunciado a la UDI, Jaime Orpis, quedaría en prisión preventiva mientras dure la investigación de los delitos por los que es acusado en el caso Corpesca, su ex partido salió a defenderlo fieramente. El parlamentario está formalizado por cohecho, fraude al fisco y delitos tributarios y habría recibido 233 millones de pesos de la empresa pesquera mientras ejercía en el Senado.
“Hay una desproporción, porque se está tratando como si realmente fuera un peligro para la sociedad a alguien que no lo es, como sabe todo el mundo que lo conoce”, dijo el presidente del partido, Hernán Larraín, quien fue junto a la directiva a visitarlo. Y hoy a través de su editorial, el diario El Mercurio se sumó a este argumento para criticar la medida que tiene a Orpis en Capitán Yáber.
El diario de Agustín Edwards afirma: “La suspensión del cargo -que torna imposible cometer un delito como los que se le imputan-, su disponibilidad para las actividades de la investigación fiscal y otros factores personales hacen que la expresión referida (‘peligro para la seguridad de la sociedad’) parezca difícil de justificar aplicada a una persona como él”.
El escrito destaca que en los casos La Polar y Penta, pese a que a los imputados se les decretó prisión preventiva por también ser un “peligro para la seguridad de la sociedad”, “a los pocos meses y sin que hubieran cambiado a su favor las imputaciones ni los antecedentes que las sustentaban, consideraron que tal peligro no existía y dispusieron de otras medidas cautelares menos intensas”.
El Mercurio argumenta que considerar las penas de los delitos por los que se acusa a un imputado como criterio para estimar que este es un peligro para la sociedad, no ha tenido buenos resultados ya que “los verdaderos parámetros de la necesidad de cautela, como el peligro de reiteración, la probabilidad de que el imputado dañe a terceras personas o las dificultades que presenta para controlar ciertas formas de conducta, pasan a un segundo plano o se dejan de lado”.
“Lo peor es que, en la práctica, el sentido ‘técnico’ de la expresión ‘peligro para la sociedad’ parece haberse convertido en la fórmula para encubrir una especie de pena anticipada”, juzga el matutino. Y concluye: “La situación actual, que hace depender la prisión preventiva de la temperatura ambiental y de un supuesto juicio popular, constituye un retroceso y una derrota para la justicia chilena”.
