Estados Unidos: Policía asesina a conductor mientras intentaba mostrar su licencia al detenerlo por luz rota
Las muerte de Philando Castile y la de Alton Sterling (muerto al estar vendiendo CDs piratas) se unen a la lamentable lista de afroamericanos muertos en manos de la fuerza policial estadounidense. Tras estos fallecimientos se dio paso a una nueva revuelta en el país del norte. La cantidad de personas muertas en manos de la policía en Estados Unidos alcanza este año las 561 personas. El 2015, fueron 1.146, la mayoría afroamericanos.
“Todos los estadounidenses debemos estar profundamente preocupados”, decía el presidente Barack Obama, después de enterarse de las muertes de dos afroamericanos en ese país, en manos de la policía.
El fenómeno, tristemente, no es nuevo. Y lo que tampoco es nuevo, es que estas muertes fueron registradas por distintas personas en video, que cumple una función doble: deja evidencia prácticamente indesmentible sobre el actuar policial, y además profundiza la desconfianza de las minorías contra las policías.
Philando Castile tenía 32 años, era de Falcon Heights, y murió tras recibir cuatro disparon por parte de un agente de policía que lo detuvo porque su vehículo tenía una luz rota. Su novia, con un timbre limpio y una tranquilidad sólo explicable por la resignación, relata lo ocurrido en un video que fue originalmente transmitido en vivo en Facebook live.
El hombre agoniza, mientras el policía, prácticamente fuera de sí tras haberle disparado a una persona, grita “¡Mierda! Le dije que no buscara nada, le dije que mantuviera la cabeza alta”. La mujer le responde, con una calma que estremece: “Le dijo que le diera su carnet de identidad y su licencia de conducir, señor”.
Instantes luego, la mujer continúa al darse cuenta de lo peor: “Dios mío, no me digas que mi novio ha muerto, no me digas que se ha ido así”.
El relato continúa durante todo el tiempo bajo el arma presta del policía. “¡Mantenga las manos donde las tiene!”, insiste, y recién allí, la mujer está al borde del quiebre: “No me diga que ha hecho esto, señor, le ha disparado cuatro balas, y él estaba buscando su carnet y su licencia de conducir”.
Todo ocurrió mientras la hija de Castile estaba en el asiento trasero.
La cantidad de personas muertas en manos de la policía en Estados Unidos alcanza este año las 561 personas. El 2015, fueron 1.146, la mayoría afroamericanos.
