Los cinco países donde la policía no porta armas y funciona eficazmente
Tras los violentos hechos registrados en Estados Unidos durante esta semana, el Washington Post reveló los particulares casos que se viven en Gran Bretaña, Irlanda, Noruega, Islandia y Nueva Zelandia, donde los uniformados simplemente no salen armados a la hora de patrullar por las calles.
Ante los violentos sucesos que azotaron a Estados Unidos tras la muerte de dos hombres a manos de la policía, lo que desató una violenta protesta que terminó con cinco uniformados abatidos, la ley sobre el control de armas volvió a ser el foco de atención en dicho país.
Analistas creen que para detener esta ola de violencia, tanto ciudadanos como la policía deberán entregar sus armas en el largo plazo para hacer del país norteamericano un lugar más seguro.
Esta medida es bastante eficaz si se mira la situación que se vive en cinco países: Gran Bretaña, Irlanda, Noruega, Islandia y Nueva Zelandia, donde los uniformados no portan ningún tipo de armamento a la hora de patrullar por las calles. Solo en circunstancias bastante especiales reciben las armas necesarias.
“La práctica está basada en la tradición y la creencia de que equipar a la policía con armas genera más violencia de la que previene“, dijo Gudmundur Oddson, un profesor asistente de sociología en la Universidad del Norte de Michigan, a The Washington Post.
En el caso de Islandia, el 2013 ocurrió el primer asesinato de parte de un policía a un hombre. Allí, un tercio de su población está armada con fusiles y escopetas para cazar, convirtiéndose en el 15° país más armado del mundo. A pesar de esto, el crimen en ese país es extremadamente inusual.
“La baja tasa de criminalidad de Islandia está basada en una sociedad pequeña, homogénea y egalitaria“, señaló Oddson, quien también concuerda en que la baja desigualdad y el fuerte sistema de seguridad social contribuyeron al éxito de Islandia en tener una policía desarmada.
En Irlanda, el caso completamente particular. Esto porque la policía ni siquiera sabría usar un arma de fuego si lo amenazaran. El GunPolicy.org, sitio que recopila estadísticas sobre el uso de armas de fuego con el apoyo de la ONU, sólo entre el 20% y el 25% de los oficiales de policía irlandeses está calificado para usar armas.
Desde el siglo XIX, la policía británica se considera a sí misma como protectora de los ciudadanos. Ante esto, la práctica de patrullar desarmados es algo rutinario en gran parte de Gran Bretaña. La eficacia de esto la sustentan las cifras: mientras en EE.UU. el 2013 hubo, según el FBI, 461 “homicidios justificados”, en el país europeo no se registró ninguno. De hecho, el 84% de los policías prefieren no estar armados, según la BBC, a pesar de que un tercio declaró haber temido por sus vidas durante el servicio.
En Nueva Zelanda, el profesor de criminología en la Universidad Técnica de Auckland, John Buttle publicó un ensayo en el que calculó que es más seguro para los oficiales de policía no llevar armas. En dicho país, “es más peligroso ser un granjero que un policía”, consignó el texto el 2010, argumentando que armar a la policía generaría una carrera armamentística con los criminales y un aumento en las muertes.
“Apenas una docena de oficiales de policía de alto rango en todo en el país tienen la posibilidad de usar armas de fuego“, dice Philip Alpers, profesor en la Escuela de Salud Pública de Sydney.
Pese a que en 2011 el ataque a un campamento de verano de militantes socialdemócratas mató a 77 personas, los asesinatos son increíblemente inusuales en Noruega. En esa ocasión, muchos culparon la ineficiente respuesta policial ante lo ocurrido. Sin embargo, el hecho es aislado ya que hasta ahora la tradición de policías desarmados demostró ser más fuerte que el miedo al terrorismo.