En retrospectiva, Jeff Kepner desea no haber pasado por las operaciones, pero tampoco critica a los profesionales que lo intervinieron. “Fue una oportunidad que tomé”, argumenta con resignación.
Primer trasplante de manos se arrepiente de la operación: "No puedo hacer nada"
Jeff Kepner fue trasplantado en sus manos en 2009. Antes de la cirugía, usaba prótesis que le daban total autonomía.
*Este artículo fue escrito a partir de una traducción libre del medio británico The Telegraph.
El hombre que recibió el primer trasplante doble de manos en Estados Unidos expresa su profunda tristeza, debido a que apenas puede usar sus manos. Jeff Kepner, de 64 años, perdió sus manos en 1999 por un shock séptico, que se inició tras haberse ramificado una infección que sufrió en su garganta.
Kepner utilizaba prótesis que le permitían tener un pasar independiente: tenía un trabajo y podía conducir. Según explica, la funcionalidad de sus manos se ha reducido de un 75 por ciento a cero desde el trasplante. Valerie, su esposa, incluso se vio obligada a renunciar a su trabajo para ayudar a su marido de forma permanente.
Son desgarradoras las declaraciones de Kepner. “Desde el primer día no he podido usar mis manos; no puedo hacer nada. Me siento todo el día a ver la tele”, confiesa.
Este complejo tipo de trasplante se llevó a cabo por primera vez en Ecuador, en 1964, pero fue rechazado por el receptor de éste. El señor Kepner estaba consciente de los riesgos que podría conllevar la intervención quirúrgica, pero fue operado en 2009, recibiendo sus manos nuevas en el centro médico dependiente de la Universidad de Pittsburgh.
Si bien Jeff estaba al tanto de las posibles complicaciones, pensó que sería relativamente sencillo remover sus nuevas manos, pero se ha dado cuenta de que podría resultar algo más complejo de lo que creía. El doctor Vijay Gorantla, director administrativo del programa de trasplantes reconstructivos de Pittsburgh en el mencionado centro médico, advierte de las complicasciones. Cabe la posibilidad de que Kepner no sea capaz de utilizar prótesis luego de la hipotética remoción de las manos trasplantadas, y además requeriría de medicamentos a diario y una intensa terapia física.
“Consideramos que si realizamos algunos procedimientos menores, y lo complementamos con terapia kinesiológica, podríamos mejorar la funcionalidad de sus manos para ayudarlo en sus actividades diarias”, explicó Gorantla, pero Kepner es categórico: “No voy a someterme a todas esas cirugías otra vez”.