Una esperanzadora derrota de Colo Colo
"El Cacique viene de ser dirigido por José Luis Sierra, que si bien tuvo resultados relativamente positivos, su fútbol lento y horizontal aburría a la mayoría de los hinchas del fútbol".
Rodrigo Torres es Desde que decidí trabajar en arquitectura, he tratado de trabajar en el ámbito social y su relación directa con la arquitectura, quizás como una forma de devolver a la sociedad lo aprendido y ayudar a quienes más lo necesitan, por lo mismo hice mi práctica profesional en el SERVIU, departamento de estudios, años más tarde trabaje en una Fundación llamada Cristo Vive, haciendo clases de Autocad y computación básica, posteriormente forme la Entidad Patrocinante en la Comuna de San Ramón. Actualmente soy socio de una oficina de arquitectura Xs-Arquitectura, siguiendo con los mismos alineamientos de arquitectura y teniendo el mismo enfoque social que he desarrollado por el largo de mi desarrollo.
Dos semanas de trabajo le bastaron al nuevo Colo Colo de Pablo Guede para mostrar intensidad, deseos de ganar, hambre del arco rival y mucho vértigo. Si bien se perdió en el resultado global por 1-2, este equipo ganó en mística, sacrificio y valores. Hoy el Popular viene a devolver el espíritu histórico que este club representa.
Las más de treinta mil personas que llegaron al Estadio Monumental son la prueba de la gran expectativa que hay entorno al equipo Guede: una promesa de fútbol ofensivo y dinámica total, máximas que los hinchas pedían hace años y que no se veía desde la exitosa era de Claudio Borghi.
Sumemos a esto el contexto. El Cacique viene de ser dirigido por José Luis Sierra, que si bien tuvo resultados relativamente positivos, su fútbol lento y horizontal aburría a la mayoría de los hinchas del fútbol.
Guede llamó la atención de forma inmediata por su forma de trabajo, entrenamientos que comenzaban más temprano, un esquema claro y arriesgado, con un equipo volcado en ofensiva y que defendía con solo dos hombres (a veces uno), generando duelos donde solo se requiere perfección. Bajo estos antecedentes, llegó el debut ante Unión Española.
Un partido ingrato por la mala actuación de Paulo Garcés. Dos errores del ex Universidad de Chile hipotecaron los tres puntos en la Ruca, pero el juego mostrado y sacrificio nos dan un pequeño aliciente de lo que será este Colo Colo.
Dentro de lo positivo, se destaca la asfixiante presión que el equipo propone, encajonando al rival en su sector, estilo de juego que requiere de un trabajo físico enorme, tan así, que se pudo ver cansancio en el segundo tiempo tras el empate de Paredes.
Otro punto a destacar es la actitud agresiva del equipo. Lo ejemplifico con Martín Rodríguez y Esteban Paredes. El primer jugador se mostró suelto, encarador y veloz, algo que jamás vimos con el modelo Sierra. “Visogol” tuvo un semestre para el olvido, lento, sin garra, alejado de las redes. Hoy el goleador se vio con más velocidad, punzante, realizando fútbol asociado y recuperando balones, algo que sin dudas, tiene mucho que ver con el esquema ganador de este DT.
Este Colo Colo tiene mucho que mejorar (el finiquito y lo físico, si me apuran) pero lo que nos brindó en esta derrota fue pasión, inspiración, actitud ganadora, ganas de ir al arco rival, luces de un trabajo en equipo enorme, y lo más importante, un concepto claro de fútbol. Paso a paso, volviendo a la idenditad.