Regalar días felices a los niños
"Aún seguimos estando al debe en cuanto a garantizarles esos derechos mínimos, a pesar de haber suscrito una convención que nos comprometía a ello hace 26 años".
Si bien los intereses de los niños han cambiado mucho desde que se comenzara a celebrar su día, en general sus necesidades esenciales siguen siendo las mismas, como recibir una buena educación, crecer en una familia que los proteja, que los quiera, que les de oportunidades de desarrollar al máximo sus potencialidades, que vele por su derecho a recibir cuidados de salud, a alimentarse equilibradamente, entre otros. Lamentablemente, aún seguimos estando al debe en cuanto a garantizarles esos derechos mínimos, a pesar de haber suscrito una convención que nos comprometía a ello hace 26 años.
Específicamente en el área de la educación, los niños de hoy están expuestos a una enorme cantidad de estímulos que bien canalizados pueden convertirse en recursos valiosísimos, pero que mal utilizados pueden exponerlos a una mayor vulnerabilidad. Una gran dificultad que estamos teniendo al educar a nuestros niños es encantarlos con los aprendizajes, puesto que en muchas aulas aún se están usando métodos antiguos, jerárquicos y lineales para enseñar a una generación cuyo cerebro está cableado para seguir links y navegar por los estímulos.
Les debemos a los niños desarrollar al máximo el potencial con el que nacen y para ello debemos conocerlos más y mejor, y buscar distintas alternativas para responder a sus necesidades e intereses. Conocer su idioma, su entorno y lo que los motiva nos ayudará a protegerlos y educarlos mejor.
En Chile, se ha avanzado mucho en cobertura educacional, pero sin duda se debe invertir en calidad: en mejorar la formación inicial de educadores y profesores, asegurar la calidad de la educación que se imparte, adaptarse a las necesidades e intereses de los niños de hoy, formar y educarlos desde una perspectiva integral. Es de este modo, junto con la generación una comunidad (escolar, familiar) en torno a ellos, que podremos protegerlos mejor.
El aporte que se ha propuesto Fundación Educacional Oportunidad es el de contribuir al desarrollo profesional de educadores y profesores para que mejoren sus prácticas y con ellos los aprendizajes de los niños. También nos esforzamos por acercar a los padres y apoderados a las salas, para crear comunidades fuertes en torno a la escuela. Evaluamos los logros y a nosotros mismos, con lo que podemos entregar información rigurosa a las escuelas que se convierte en herramientas para que los mismos profesores mejoren sus prácticas. Hoy son muy pocas las experiencias educativas en Chile que se someten a evaluaciones cualitativas y cuantitativas.
Generamos documentos y estudios que intentamos que incidan en el proceder del Estado, atacando problemas socio-educativos como el ausentismo escolar crónico. Pero falta mucho por hacer, y se necesita verdadera voluntad política para cambiar la situación que viven nuestros niños. Es urgente generar una política pública en torno al bienestar integral de la infancia y orquestar en ella los recursos y servicios del Estado, y la labor significativa de las organizaciones de la sociedad civil, como fundaciones, corporaciones e instancias comunitarias. Proteger a la infancia –y educarla para sacarla de situaciones de vulnerabilidad- es tarea del conjunto de la sociedad coordinada.