Jugar Pokémon Go puede salvar a parques y museos
Espero entonces la respuesta proactiva de municipios, organismos gubernamentales y no gubernamentales, gerencias de centros culturales y de todos los entes ligados a que aprovechen las oportunidades, se vuelvan a integrar a la sociedad y sea como este, uno más de los ejemplos de cómo debemos bajar a los dioses del Olimpo, buscando nuevas fórmulas y cambiando el paradigma del funcionamiento social, en búsqueda de uno mejor, más inclusivo, entretenido y dinámico.
Gonzalo Larenas es L&C Consultores, Licenciado en Letras y Literatura, Gestor Cultural, Magíster en Educación y Profesor de la UNAB.
Es la gran oportunidad de los parques, jardines botánicos, plazas, museos y en general, de lugares hermosos que generalmente están vacíos dentro de nuestras ciudades. Curiosamente gracias a la tecnología desarrollada en los celulares, esto puede cambiar si es que se sabe aprovechar.
Cómo gestor cultural, siempre me ha molestado la desconexión que existe entre el mundo de la cultura, que funciona muchas veces como un club privado, privilegiado y exclusivo, con el resto de la ciudadanía que desconoce e ignora lo que ahí ocurre, mirándolo como un mundo lejano, siútico y aburrido. Nicanor Parra lo dice mejor, y es que “debemos bajar a los dioses del Olimpo”.
Los parques, museos y espacios ligados al arte y la cultura, suelen estar vacíos, a menos que hagan un mal llamado encuentro cultural, que no es más que una tomatera en la calle, permitida legalmente, que tiene como consecuencia toneladas de basura en las calles y el desprestigio de toda actividad cultural masiva, justificando su entorno cerrado para unos pocos. Es urgente que reformemos la forma de convivir con la cultura y los espacios públicos.
Muchos critican a las nuevas generaciones porque no tienen interés por hacer cosas, pero lo que se ve en la realidad es muy distinto, sobre todo en estos días. Lo que realmente no les interesa es lo que nosotros les presentamos, porque es realmente fome para ellos.
No podemos seguir imponiendo, según nuestros gustos y conocimientos, la forma en que los demás deben ver y disfrutar de la cultura y espacios públicos, sino que debemos buscar nuevas estrategias para generar ese perdido y débil lazo. Es aquí donde entran en juego las nuevas tecnologías.
Hace mucho tiempo que no veíamos parques llenos de jóvenes paseando y jugando, la nueva aplicación Pokémon Go ha sido un éxito a nivel mundial, pero pocos se han percatado de lo potente que serían promociones ligadas a parques, plazas, espacios públicos, incluso museos y bibliotecas, y tal vez sea a través del juego, elemento esencial en la educación infantil, como generemos un nuevo nexo con la cultura. Ya se sumó inteligentemente Uber, con una promoción para pasear a los usuarios para que jueguen Pokémon Go, transformándose de inmediato en un éxito.
Hoy las generaciones están chocando, criticándose unas a otras, mirándose entre ellas en vez de mirar juntas el futuro, incluso violentándose en su carácter más primitivo, ligado a la ignorancia que provoca el desconocimiento. Debemos enfocarnos en cómo solucionamos y buscamos oportunidades en medio de la crisis.
En mi columna anterior, hablé sobre la economía colaborativa y muchos me dijeron que eso era imposible, lo que demuestra que ni siquiera han mirado por sus ventanas para darse cuenta de algo que es un hecho y que además hace noticia todos los días, sobre todo en Chile. Como suele pasar con la comunicación moderna, sabemos más sobre lo que ocurre en lugares lejanos, que de lo que pasa frente a nosotros.
Espero entonces la respuesta proactiva de municipios, organismos gubernamentales y no gubernamentales, gerencias de centros culturales y de todos los entes ligados a que aprovechen las oportunidades, se vuelvan a integrar a la sociedad y sea como este, uno más de los ejemplos de cómo debemos bajar a los dioses del Olimpo, buscando nuevas fórmulas y cambiando el paradigma del funcionamiento social, en búsqueda de uno mejor, más inclusivo, entretenido y dinámico.