Jubilar con 60% del sueldo: sistema de pensiones mixto uruguayo encandila a expertos chilenos
Ambos países mezclan un sistema de ahorro individual con un sistema de reparto. El ex integrante de la Comisión Bravo, Andras Uthoff, cree que por las características demográficas de Chile, esos casos pueden servir como ejemplo.
Las conclusiones de la Comisión Bravo en 2015 fueron lapidarias con el sistema chileno de pensiones. Los cálculos estiman que entre 2025 y 2035, tras toda una vida de trabajo y esfuerzo, la mitad de los jubilados recibirá una mensualidad que no superará el 15% de su sueldo. E incluso en un escenario idílico, con 33 años de cotizaciones y sin lagunas previsionales, las pensiones promediarían el 40% del sueldo de las personas.
Esta realidad ha hecho que miles de ciudadanos salgan a las calles a protestar en contra de las AFP; que el padre de este sistema, José Piñera, ponga en pausa su “cruzada mundial” y vuelva a las trincheras a defender su Frankenstein; que la Presidenta Bachelet presente una propuesta de reforma y que busque un “acuerdo nacional”, impensado en 2014 por la retórica con la que partió su gobierno; y que el debate entre expertos se tome los medios de la comunicación.
La alternativa de reforma que toma mayor fuerza entre los entendidos chilenos es aquella que dice relación con la creación de un sistema mixto de pensiones. Es decir, que por un lado mantenga el ahorro individual, pero que también tenga una base de reparto estatal. Si bien en la Comisión Bravo formada para elaborar propuestas de reforma al sistema de pensiones, la opción B de crear un sistema mixto empató con la opción A que proponía mantener el actual sistema (lo que fue definido finalmente a favor de A por el propio David Bravo), en el último tiempo aparecieron varias voces, incluso desde la política, que se han sumado a la opinión de crear un sistema mixto.
La discusión política ha tenido de todo. “Nadie ha planteado volver al sistema de reparto, como nadie ha planteado mantener el sistema de capitalización individual. Lo que corresponde ahora es encontrar un solo sistema que tome en consideración ambos fundamentos y eso se constituye en un mixto adecuado”, dijo Osvaldo Andrade. Benito Baranda aseguró: “Por supuesto (que la solución) tiene que ser un tema mixto. Tú no puedes, por la pirámide etaria que tiene hoy día Chile, volver al sistema de reparto. Hay varios países aproblemados por el sistema de reparto”.
El economista Rafael Bergoeing también se inclinó por esta opción: “Para que la discusión sea productiva se debe considerar un sistema mixto, donde la capitalización individual es una parte importante, pero debe ser complementada con otros mecanismos para contribuir más, como por ejemplo el sistema de ahorro previsional voluntario y un pilar solidario”.
¿Pero qué sucede con los países que tienen sistemas mixto? En latinoamérica existen los casos de Panamá, Costa Rica y Uruguay, siendo estos dos últimos casos especialmente bien considerados por los expertos chilenos. Esto porque las tasas de envejecimiento de estos dos países con Chile son parecidas, aunque la de Uruguay es un poco más alta; tienen mercados de trabajo marcado por los independientes y por la informalidad; aunque ambos tienen un PIB más bajo que el chileno.
En el caso de los uruguayos, su tasa de retorno es de 60%, con un sistema que por un lado tiene una cara de ahorro individual y por otro una base muy fuerte del Estado. Esto quiere decir que los jubilados reciben una pensión que equivale al 60% de lo que ganaban cuando eran trabajadores. En Costa Rica se acercan al 80%. “En Uruguay y Costa Rica tienen un gran sistema de seguro social que es la base del sistema contributivo para entrega pensiones y como complemento desarrollan cuentas de ahorro individuales para mejorar el ahorro de quienes tienen más ingresos”, explica a El Dínamo el economista y ex miembro de la Comisión Bravo, Andras Uthoff.
“El ahorro individual es básicamente un complemento en este sistema. Y es lo que está pasando en Europa. Ahí, por ejemplo en Alemania, se están haciendo re ajustes en los parámetros del reparto estatal y sugieren a la gente hacer ahorros por su cuenta de forma obligatoria o voluntaria”, agrega.
“Lo que están tratando de hacer es tener una cobertura digna para toda la población primero. Aquí no tenemos una cobertura digna. Aquí estamos entregándole al 80% de los pensionados pensiones iguales al salario mínimo y al 44% pensiones por debajo de la línea de la pobreza. Y esas no son pensiones dignas para una población que está envejeciendo rápido. Y la única solución es un plan de seguro social de base como Costa Rica y Uruguay”, explica, aunque advierte que no hay que “satanizar” ninguno de los sistemas.
Aunque en estos países la cotización que hacen los trabajadores y el pago de impuestos es mayor al 10% que actualmente destina un trabajador chileno a su previsión. En Uruguay el 30% del sueldo, entre empleador y empleado, se destina al sistema previsional.
“Sistemas mixtos no hay muchos en el mundo. Pero lo que uno ve ahí, en Uruguay, en Suecia, es que es casi un 15% de ahorros individuales y un 85% de reparto. Así es la mixtura”, dice Marco Kremerman, de Fundación Sol. Aunque el experto está a favor de un sistema de reparto puro: “Los países desarrollados cuando tenían el PIB y las características de Chile tuvieron un sistema de reparto y en América Latina casi todos tienen sistema de reparto”.