¿De quién es la culpa de que los colegios municipales perdieran 584 mil alumnos?

La Tercera dice: “Colegios municipales han perdido 584.243 alumnos en 15 años”. A vuelo de pájaro, eso equivale a una disminución de ingresos, a precios de hoy, del orden de US$ 800 millones anuales, si es que se suman todas las subvenciones per capita, la general, preferencial, de integración, etc. Una cifra monumental. Casi la totalidad (de los alumnos) se ha ido al sector particular subvencionado, a escuelas con y sin fines de lucro, con copago y sin copago, pues las hay de los 4 tipos.

Es fácil “echarle la culpa al sistema perverso” pues eso pone la responsabilidad en otros. Es el horrendo mercado, dicen muchos. El problema es que no nos dan plata, dicen otros. La culpa es de los profesores, dicen algunos. Pero al final, en realidad, es un problema en el cual más de un 50% de las administraciones municipales, simplemente, han hecho muy mal su pega.

Si bien recientemente el MINEDUC ha comenzado a mejorar algunas cosas, sobre todo en materia de infraestructura, y fondos FAEP para arreglar las deficiencias financieras más urgentes, y se ha comenzado a tramitar la ley de “desmunicipalización”, la verdad es que hay mucha autocrítica municipal no realizada.

Por ejemplo: Durante largo tiempo muchos alcaldes contrataron (y siguen contratando) a sus pituteros políticos como directores de escuela y funcionarios de sus Corporaciones de Educación, sin las mínimas competencias necesarias. Aun hoy, con leyes de concursabilidad directiva desde 2011, muchos siguen torciéndole la nariz al sistema, y no hacen esfuerzos adecuados de selección.

Es fácil imaginar que escuelas mal conducidas no sólo no ofrecerán aprendizajes significativos, sino peor aún, tendrán un mal clima interno, que es lo que más les importa a los apoderados. No se fijan tanto en el SIMCE, sino en el ambiente interno. Y con razón. Usted haría lo mismo. También les importan las huelgas, no sólo por sus implicaciones en el clima interno, sino porque les crean un tremendo problema doméstico con sus hijos en casa.

Otro ejemplo monumental de mala gestión: la subvención preferencial, que le llega mayoritariamente a las escuelas municipales, es una tremenda e importante política muy bien focalizada, que representa mucho dinero. Nada menos que el 30% de ella no se gasta porque algunas administraciones municipales y de escuelas no son capaces de inventar proyectos para gastar bien y a tiempo esos recursos.

¿Marketing? Nooo. Es palabra cochina. Si estás en un mercado que compite por alumnos, (no me gusta, me carga el concepto, pero hasta hoy es lo que hay) … uno tiene que competir por matrícula, ¿verdad? Las particulares subvencionadas hacen campañas anticipadamente, ponen posters, mientras los frontis de las escuelas municipales ponen unos carteles charchas en muchas comunas. Hay ene cosas que hemos probado, buenas, bonitas y baratas, para captar matrícula.

¿Innovación pedagógica? Poco y nada. Señores, la culpa no es del chancho sino de quien le da el afrecho. Como ven, ninguno de los defectos anteriores se arregla con más plata para malgastar. Pero ojo. Hay municipios que hacen muy bien la pega, mantienen o mejoran la matrícula y los resultados, y tienen algunas escuelas repletas de alumnos. O sea… con buena gestión SI se puede, y ese es el mejor contraejemplo. La cosa se puede poner peor aun ahora que la subvención de gratuidad va a permitir que muchas escuelas subvencionadas que antes cobraban 20 lucas mensuales puedan ofrecer gratuidad. Imagínese.

En 2014 le rogamos al gobierno, al Sr. Ministro Eyzaguirre, y a los senadores, que postergaran un par de años el inicio de la gratuidad hasta que se afianzara la educación pública pero… nooo… el mantra de la gratuidad era más urgente, aun a costa de la educación pública. El 2017 veremos que impacto tiene esto en la matrícula, y ojalá me equivoque.

En el largo plazo, la desmunicipalización y (esperemos) la profesionalización de la gestión de los sistemas escolares, puede comenzar a revertir las cosas, pero eso tomará de  5 a 10 años en expresarse en concreto.  En el intertanto, la matrícula podría seguir cayendooo, cayendooo.

¿Que se puede hacer en el intertanto? Dos cosas que NO cuestan mucha plata.

a) Trabajar con los municipios peor gestionados para poner, a la brevedad posible, a los mejores de los mejores directivos, inspectores y jefes de UTP en cada escuela y en el DAEM o Corporación, y apoyarlos, no joderlos. En nuestra experiencia, un equipo directivo bueno y con fuego en la mirada da vuelta el clima de una escuela en menos de dos años y los resultados en 3 o 4… si los alcaldes los mantienen en el cargo y los apoyan.

b) Iniciar de inmediato transformaciones pedagógicas radicales, que cambian no solo el aprendizaje sino que crean una alegre comunidad de confianzas, con los mismos profesores, alumnos y apoderados.

En eso estamos trabajando en E2020 por medio de los Talleres de Tutoría. Esperamos terminar el año con un piloto con ya 15-20 escuelas andando, y sumar ojalá otras 30 si los recursos dan, el próximo año. ¿La meta? Terminar 2017 con un piloto ejecutado, medido por terceros, tanto en aprendizaje como en clima interno, y con un “manual de cortapalos” sobre cómo desplegar esta revolución educativa en todas las escuelas de Chile. Tenemos la certeza plena de que SÍ SE PUEDE.