Padre de Landskron acusa negligencias a 2 años de su muerte: "Pillamos su dedo en la calle 12 meses después"
Para el padre del joven, esto es culpa de los investigadores de la policía. Además, sobre el caso que busca a los responsables de la difusión de las fotos del cuerpo de "Checho", el próximo 4 de octubre se sentará en estrado un nuevo imputado: uno de los médicos que participó en la operación del joven, y que reconoció haber tomado fotos.
“Sé que hay manos negras. Algo raro pasa aquí. Porque el hecho de que haya habido compadres que pusieron la bomba, y Carabineros que andaba por ese sector. Ellos no dejaron que la gente grabara, que sacara fotos, y después que no asistieron a mi hijo, que dejaron que se quemara. Tuvieron miedo”, asegura Sergio Landskron Melo a El Dínamo, padre de la primera víctima fatal inocente de un artefacto explosivo en democracia, a días de que se cumpla el segundo aniversario de la muerte de su hijo.
Santiago recién se recuperaba de la impresión del ataque explosivo que afectó al Metro el 8 de septiembre del 2014. Esto, por la detención de Juan Flores, Nataly Casanova y a Guillermo Durán, los dos primeros presuntamente relacionados con ese hecho. El operativo se realizó a cuadras de donde vive la familia Landskron.
Luego, el 25 de ese mes, tres minutos antes de la 1 de la mañana, Landskron hijo sufrió la explosión que le provocaría la muerte a las 3AM con 40 minutos en la ex Posta Central. El Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros (GOPE) reportó que la bomba que provocó la pérdida de su mano, y que le voló parte de su cabeza consistía en “un extintor metálico de un kilo cuyo interior mantenía pólvora negra, con sistema de activación eléctrico, consistente en un reloj análogo, cable eléctrico, una batería de 9 volts, una pila doble A (AA) y una ampolleta de 12 volts.”, según consta en la carpeta del caso, a la que este medio tuvo acceso.
Recién a medio día de ese jueves se hizo pública la identidad de Landskron, pero su nombre circulaba en las redes desde temprano, después de que lo posteara la cuenta de Twitter Nikofierro1. También se difundía un video del joven, moribundo, en el suelo de la calle Erasmo Escala, y al mismo tiempo se compartían rápidamente una serie de fotos captadas desde la ambulancia y en la ex Posta Central.
“Lo más extraño es que dicen que mi hijo era NN pero eso no es verdad, porque cuando él estaba quemándose, en su bolsillo tenía su carné”, asegura Landskron padre.
Sus sospechas recaen en los Carabineros que participaron en el operativo, así como también el personal médico, que según consta en la carpeta sí registraron imágenes del cuerpo del joven, con sus celulares. Pero a su juicio, no es lo único extraño que ha caracterizado este caso.
Los desconocidos y la víctima
Aún no existe información que permita identificar a las personas que dejaron la bomba esa madrugada, pero sí se tiene claro el recorrido de ellos la noche en la que Landskron se encontraba desafortunadamente cerca.
En la imagen se puede ver el momento en el que estas dos personas se bajan de un taxi en la intersección de Avenida Brasil con Moneda. Esto ocurrió a las 12 de la noche con 36 minutos. Ambos están vestidos de manera tal que no se puede apreciar sus rostros. En poco más de dos minutos completan su recorrido hasta la calle Santa Mónica 2318, edificio que pertenece a la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP).
En aproximadamente 30 segundos, uno de ellos deja en el suelo un bolso de computador, en tanto que el otro simula orinar. Se retiran del lugar hacia el oriente, por esa misma calle. Cinco minutos más tarde aparece “un sujeto de unos 25 a 30 años, con cabeza cubierta de gorro de polerón con franjas verticales de color oscuro, con una bolsa color blanco, y una botella en su mano izquierda”. Ese es Landskron, el que había dejado su casa hace unos días tras una última recaída en la pasta base.
Recogió y luego llevó consigo el bolso que encontró fuera de la sede de la ANFUP. Luego, tras hablar con dos mujeres, él les entrega algo, pero continúa su camino por Erasmo Escala, en dirección al poniente por la vereda sur. Finalmente, cuando faltaban cinco minutos para la una de la mañana, manipula dos veces el bolso. El artefacto explotó a las 00:57:10, según la carpeta investigativa.
A la 1 de la mañana el cabo de Carabineros Daniel Valdivia, que escuchó el ruido mientras se encontraba por el sector con su colega Gonzalo Vega, se acercó y asegura en su declaración de ese mismo día, a las 5 de la mañana, que “luego de un lapso de unos tres minutos se percataron que el bulto se movía, por lo que de inmediato, y haciendo uso del extintor que se encontraba en el vehículo policial se acercaron y comenzaron a apagar las llamas para luego, y una vez controlado el fuego, percatarse que el bulto consistía en un cuerpo humano”.
En otra de sus declaraciones asegura que fue Vega quien manipuló el extintor, y agrega que otra persona, no tiene claro si era un civil o un carabinero, usó otro. A partir de esto Landskron padre comienza a cuestionar las versiones de quienes participaron del operativo. “Las policías tienen que estar preparadas para poder asistir a la persona y no actuar de la forma que ellos actuaron, o sea cobardemente, porque cuando llegó Carabineros a asistir a mi hijo dejaron que pasaran más de 15 minutos y él estaba vivo cuando se estaba quemando, y había gente alrededor que gritaba que le tiraran agua, que lo apagaran, que no fueran inhumanos. Así y todo, Carabineros no fue capaz de acercarse… ellos vieron que había otro bolso y asimilaron que podía ser otra bomba y no, era una bolsa de supermercado en donde él tenía comestibles… él tenía sopas Maggie y cosas así”.
Parte de la teoría de Landskron padre es refrendada por personas que acudieron al lugar de la explosión. Pablo Senkovic, un guardia de seguridad que estaba en el sector, declaró para este caso que “un vecino se había dado cuenta de que era una persona la que se estaba quemando, y ese mismo vecino trató de acercarse, pero Carabineros no lo dejó hasta que llegara el GOPE. Yo saqué un extintor y lo puse a disposición de Carabineros, pero no lo usaron en ese momento. Recién como a las 1:16AM un Carabinero tomó el extintor y lo ocupó para apagar el fuego que afectaba a esta persona. Hasta ese momento los Carabineros sólo decía que había que esperar que llegara el GOPE, pues podía haber un segundo artefacto explosivo”. Sencovic también precisa que los vecinos increpaban a los funcionarios policiales para que ayudaran a Landskron. Otra vecina del sector, Ivonne Díaz, declaró que lo ocurrido “causó gran indignación, pena e impotencia entre los vecinos porque en ese tiempo ese joven se estaba carbonizando, no permitieron que nadie le prestara ayuda, hasta que un Carabinero apagó el fuego con un extintor”.
“Hay que ver lo que dice el protocolo de Carabineros en cuanto a asistencia de personas que se están quemando en la vía pública. Qué es lo que dice… También vi extractos y por normativa ellos tienen que asistir a las personas sobre todas las cosas. Tiene que darle prioridad a la vida. Qué quiere decir eso, que Carabineros no puede actuar de forma cobarde”, asegura el padre del joven, cuyas declaraciones coinciden con un informativo de la institución presente en la carpeta investigativa. En el apartado que establece las acciones a seguir ante una bomba, se afirma que se debe “prestar auxilio a la víctima si procede”, junto con precisar protocolos de evacuación y demarcación del perímetro para proteger a los cercanos de cualquier otro explosivo.
Esa misma mañana, tras la explosión, un funcionario de Gendarmería reportó el hallazgo de cerca de 20 panfletos en las cercanías de la ANFUP. Este nuevo atentado tendría móvil anarquista, de acuerdo a este antecedente, similar a la de otros ataques que la institución penitenciaria ha sufrido a lo largo de estos años.
Sin descanso
Landskron murió en la ex Posta central a las 3 de la mañana con 40 minutos. La causa de muerte fue un traumatismo encéfalo craneano abierto, y horas después de su muerte, las fotos ya circulaban en múltiples grupos de Whatsapp y foros de internet. La difusión llegó al punto de que un video terminó alojado en un servidor en Estados Unidos. “A lo mejor me habría quedado más conforme con la muerte de mi hijo si hubiese muerto asaltado, o atropellado, o en una riña, pero no así como murió, porque estuvo agonizando horas. Incluso en el momento cuando le hacen la autopsia en vida, los paramédicos después que lo suben hasta la ambulancia, también lo fotografiaron dentro de la ambulancia, también fue un carabinero. Los mismos Carabineros que fueron los primeros que llegaron a asistirlos. Y cuando llegan al hospital, en vez de los doctores asistir a mi hijo, había más de 50 paramédicos, doctores, y todo, y practicante y se preocuparon solo de fotografiarlo. O sea, nunca de decir, ya aquí llegó este cabro, ayudémoslo, no. Al contrario… hicieron como morbo de lo que le pasó”, asegura Landskron padre.
Después de que el GOPE determinara que era seguro acercarse, se desató un operativo de los cuerpos de Inteligencia criminal de Carabineros. A las 3 de la mañana llegó un especialista en criminalística, un fotógrafo y un planimetrista, del Laboratorio de Criminalística. Al recinto hospitalario llegó otro equipo de carabineros, a cargo de la capitán Nélida Subiabre, con la fotógrafo, sargento 2do Edith López y el cabo 1ero Rodrigo Morales. Ellos también volvieron al día siguiente, a la 1 de la tarde, a revisar si es que quedaba alguna evidencia en el sitio de la explosión. En el informe consta que no encontraron nada más en ese lugar.
El joven fue trasladado en una ambulancia del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) donde iba el conductor Mauricio Medel, el paramédico Carlos Rannon y el enfermero Marcelo Troncoso. Este último recuerda en su declaración por el caso de la difusión de las imágenes de Landskron, que fueron dos carabineros los que subieron a la ambulancia, una teniente que fue con el conductor, y otro funcionario. Una de las imágenes que se sacó de Landskron lo muestra entubado en la cabina del vehículo. “Con respecto a la imagen fotográfica que se me exhibe (…) puedo indicar que en ella aparece al costado izquierdo parte de la cabeza del paramédico Carlos Rannon, quien se encuentra efectuando maniobras de atención y al costado derecho aparecen mis manos cumpliendo la misma función, por lo que la persona que habría tomado dicha fotografía podría corresponder al carabinero que nos acompañó en esa oportunidad, del cual tengo entendido sería uno de los que llegó al sitio del suceso en primera instancia, y que incluso habría usado un extintor para apagar el cuerpo del lesionado”.
Las declaraciones de los médicos, enfermeros y técnicos del recinto hospitalario coinciden en que hubo carabineros presentes en la sala donde se intervino al joven. Por ejemplo un médico, Cristián Moraga, declaró que los funcionarios que notó cerca de donde realizaron el procedimiento eran “un hombre y una mujer. Esta última funcionaria se identificó como oficial a cargo quien me solicitó autorización para tomar fotografías del paciente, lo que permití atendida su condición de policías, procediendo ambos a captar imágenes del lesionado desde diferentes ángulos, usando para tal efecto teléfonos móviles y cámaras fotográficas”. En su declaración luego precisa que el joven quedó bajo custodia de personal del GOPE. Además, plantea que posteriormente, recibió en su teléfono de parte de otro médico, Mario Vergara, un par de fotografías. Estas imágenes, según Moraga, fueron sacadas “con fines médicos, para actividades educativas”, y asegura no habérselas enviado a ninguna otra persona, ni por Internet.
En su declaración Vergara reconoce “junto al doctor Moraga haber tomado la decisión de captar imágenes fotográficas del herido, a modo de respaldo en consideración de lo mediático de la situación”. Fueron cinco las imágenes que sacó con su teléfono, y plantea haberlas enviado a Moraga a través de Whatsapp. Luego, dos días después, declara que esas imágenes las eliminó de ese teléfono, pero también menciona que después, otro médico, Gaspar Palma, le habría solicitado una de estas fotos, lo que es negado por este último en su declaración judicial. “Me llegaron fotografías de este joven (Landskron) al grupo Whatsapp conformado por el personal del hospital que integra el ‘turno volante’ pero ignoro quién las divulgó”.
Esta imagen fue proporcionada por Palma para efectos de la investigación, y puede apreciarse un pantallazo del grupo, donde un usuario que tiene por nombre Mario Vergara publicó la fotografía a medio día del 25 de septiembre. Ese grupo, según Palma, está integrado por cerca de 15 personas.
Sergio Landskron padre es el que está atento a las novedades de este caso, ya que prefiere marginar a su familia de estas imágenes tan atroces. “Para uno como papá es chocante, totalmente chocante. Si incluso por eso es que yo a mi señora no la dejo que participe en esto, yo estoy viendo todo lo que tiene que ver con la parte justicia, tanto civil, penal, hablar con la prensa, con todos. Prefiero yo llevarlo como padre de familia, para protegerla a ella, y a mi hijo y a mi hija que son los más afectados. Y para uno como papá es algo terrible. Imagínate ver un video de tu hijo agonizando, en Internet, que está quemándose, ver fotos de su cuerpo desnudo, que le sacó carabineros, que le sacó dentro del hospital”, asegura, para luego precisar que la única persona que de momento ha enfrentado a la justicia por esto, Joaquín Ibarra, es más bien un “chivo expiatorio”.
“Fresquito nacional: Así quedó el cuerpo de Sergio Guillermo Landskron Silva” reza el título de una de las notas en PortalNet, que contiene imágenes del cuerpo calcinado del joven. El autor que subió la nota figura como “JIbarra”. En su declaración ante el Ministerio Público, el joven de 23 años –quien también recibió las imágenes vía Whatsapp– hace presente que “la única intención que tuve para publicar las imágenes de Sergio Landskron Silva fue para informar a la comunidad de Portalnet.cl respecto a las consecuencias que ocasiona en las personas la detonación de un artefacto explosivo, no con el objeto de provocar o causar morbo y otro tipo de reacción a las personas”.
Ibarra debió pedir disculpas públicas y su familia también se les acercó a los Landskron Silva para pedirles perdón. Ha debido pagarles 40 mil pesos mensuales, pago que se prolongará durante 10 meses.
Un poco de Justicia
Después de la muerte de “Checho”, vino todo el revuelo del caso. Los requerimientos de prensa, la presentación de una querella por delito terrorista por parte del gobierno, las reuniones con los investigadores y fiscales, pero después de todo eso, la familia coincide en que a todo le siguió un período de inmensa soledad. Landskron padre asegura que “hasta aquí, inclusive con lo que le pasó a mi hijo, a nosotros nunca, hasta el día de hoy se nos ha acercado alguien del gobierno, nadie del Estado. Ni siquiera para decir… pucha, lo sentimos, en qué podemos ayudar… porque después de que murió mi hijo había que enterrarlo, comprarle su ataúd, llevarlo a una parte donde él pueda descansar, y todo eso tuvimos que verlo de forma particular. Siendo que los culpables, para mí, son tanto la persona que coloca el artefacto, como también el Estado, que son los que nos tienen que cuidar y velar por nosotros”.
Pero en septiembre del 2015, 12 meses después de la explosión, la familia se llevaría una desagradable sorpresa.
El 8 de ese mes Teresa Arista de Mérida, una mujer encargada de la limpieza del sector donde actualmente está la ánima del joven, se encontraba barriendo el sector. A metros del árbol que resultó afectado de la explosión se encontró con un “trozo de dedo humano en la vía pública, en la calzada de la calle Erasmo Escala frente al 2528”. La siguiente es la foto del lugar.
Llamó a su supervisora, pero en una curiosa casualidad, una persona que aseguró ser familiar de los Landskron se le acercó, y fue él quien llamó a Carabineros.
El 16 de septiembre del 2015 la Dirección Nacional de Inteligencia, Drogas e Investigación Criminal envió un informe al Ministerio Público. Al día siguiente del hallazgo del dedo, el capitán Marcos Fuentes Díaz señaló que efectivamente “correspondía al dedo pulgar de la mano derecha del ciudadano Sergio Landskron Silva”.
“Después de que pasa todo, todas las policías cercaron el lugar, hicieron peritajes, levantamiento de información, y buscaron en todos lados. Lo raro es por qué quedaba un dedo de mi hijo ahí, si hicieron peritajes y todo. Pasaron perros por ese lado, ratones deben haber pasado. Hubo lluvia y siguió esa parte de mi hijo ahí, y ahí llegó Carabineros, tomaron el dedo y lo analizaron y correspondía a Sergio Landskron Silva”.
¿Cómo se enteró usted de esto?
– “Nos enteramos por la misma persona que encontró el dedo, fue mi cuñado que dijo que había una parte de él… incluso con mi hermano no le creímos e íbamos a encararlo… porque cómo se le ocurría decirnos algo así… algo tan… atroz. Estamos hablando de una parte de un ser humano, algo que le había pasado a mi hijo. Él tenía la razón, y de ahí pedí hablar con el fiscal don Claudio Orellana (fiscal exclusivo de la zona Metropolitana Sur, que indaga los bombazos) y ahí me tocó el tema. Que efectivamente habían encontrado una parte de mi hijo, que era un dedo, y ahí me lo dijo… No sé, de media hora que tuve la entrevista con él, se tocó el tema como cinco minutos“.
¿Qué le dijo el fiscal respecto de ello?
– “Me dijo, ‘don Sergio, le tengo que decir algo, después de un año se encontró una parte de su hijo, que pertenece a un dedo’. Le dije que yo ya sabía. ‘Pero cómo’, me pregunta, y le digo que fue mi cuñado el que lo encontró y me informó. Y ahí se cortó el tema. No hablaron de Carabineros… aquí hay negligencia de Carabineros, después de un año que aparezca una parte de una persona fallecida, más encima fallecida por atentado terrorista, la primera víctima inocente en democracia, es bastante la negligencia”.
Desde la Fiscalía Sur indicaron que el caso que investiga a los responsables de la muerte de Landskron sigue abierto, pero de momento no se están refiriendo respecto de esta investigación. Ahora, la familia está siendo representada por la Clínica Jurídica UC, y la jefa de ese equipo, María Elena Santibáñez, precisa que la causa que más avances presenta es la de las fotos.
Es más; si bien el caso que se enfoca en descubrir a las personas que pusieron la bomba que mató a “Checho” sigue abierto, la fiscal de la Unidad de Delitos de Alta Complejidad de la Zona Centro Norte, Tania Sironvalle, estará el el próximo 4 de octubre en una nueva audiencia de suspensión condicional de procedimiento en contra del médico Mario Vergara, una de las personas que reconoció haber tomado fotos de Landskron en la ex Posta Central. Él renunció a ese trabajo en marzo del 2015, por razones distintas a las que motivan esta investigación. Y Santibáñez precisa que con Vergara y Joaquín Ibarra no concluye la investigación por la vulneración de la privacidad del joven, ya que aún se debe indagar bien qué funcionarios de las policías podrían haber tomado las fotos.
Sergio Landskron padre no reniega del recorrido de su hijo antes de su muerte. Antes, para cualquiera, los antecedentes de “Checho” podían resumirse en nueve detenciones, tres de las cuales derivaron en condenas. Una de estas consistió en una estadía en la cárcel durante 5 años por un robo con violencia, que según su padre debería más bien haber sido un robo con intimidación. “Ya pasó a quedar limpio con la sociedad. Después de que salió preso, estuvo trabajando con mi hermano. Adentro también trabajo. Sacó su cuarto medio, dio la prueba de aptitud, sacó buen porcentaje de ponderación a nivel de reo. Se fue a trabajar con mi hermano el tiempo corto que le tocó trabajar en la calle e incluso con eso, más lo que alcanzó a trabajar dentro de la cárcel, pudo dejar una pensión para su hija, pequeña, pero que le dura como por dos o tres años, de 80 mil pesos”, hija que de tanto en tanto pregunta por su papá. Al ser preadolescente, cuando ella visita a sus abuelos, por precaución ellos deciden cortar el internet de la casa. Pero pese a todo sí sabe lo que ocurrió con su papá.
De a poco se suman pequeños avances para la familia con miras a que se haga justicia con su hijo, pero el camino ha sido largo. Los Landskron entienden que es un caso sumamente complejo, pero algo que Sergio padre tiene claro es que los aparatos del Estado tienen que defender a las personas que viven en este territorio. Y aquí estos aparatos fallaron. Y más encima, le hicieron daño al joven. “Para mí aquí lo que hay es Terrorismo, pero aparte de haber habido personas que iban a colocar una bomba, también le causaron daño las personas que tenían que haberlo asistido a él. Doctores, paramédicos, Carabineros, la misma comuna, el mismo gobierno, que es el que tiene que darnos la seguridad a nosotros como chilenos, como ciudadanos, de poder andar tranquilos por nuestras calles, independiente de que te asalten o nada, que es algo que ocurre en todas partes. Por atentados terroristas o anarquistas, lo tiene que ver el Estado. Ellos tiene que ver directamente que a nosotros no nos pase nada como ciudadanos”, manifiesta Landskron padre, adelantando que aún están trabajando en la posibilidad de demandar al estado por su responsabilidad en lo que ocurrió con su hijo.