Horrorizados
"Los niños del Sename, los niños de otros hogares, los niños debajo del puente, los niños de familias que viven en la pobreza, los niños en campamentos, los niños en tomas, los niños sin acceso a agua potable, los niños sin educación, oportunidades ni futuro son muchos y han estado aquí entre nosotros, todo este tiempo".
Lucía López es Feminista, Periodista.Conductora de radio y televisión.
Las cifras de muerte en el Sename han causado el espanto en la sociedad chilena pero no en mí. No he logrado horrorizarme. Y hasta no sentarme a escribir esta columna, no había pronunciado una palabra para referirme al caso. ¿No me importa? Sí, me importa. Me importa y me duele. Pero no por lo que sucede en el Sename sino por lo que sucede con nosotros. La sociedad a la que pertenecemos y que ha construido esos escenarios.
No me horrorizo porque horrorizarse es mirar de lejos. Me siento responsable, nos siento responsables. A todos los horrorizados les recuerdo que los niños del Sename estaban ahí hace mucho rato y representan el último eslabón en la cadena de inequidad que nos une como país. Los niños del Sename, los niños de otros hogares, los niños debajo del puente, los niños de familias que viven en la pobreza, los niños en campamentos, los niños en tomas, los niños sin acceso a agua potable, los niños sin educación, oportunidades ni futuro son muchos y han estado aquí entre nosotros, todo este tiempo.
Y ¿Qué hemos hecho? ¿Qué hacemos por esos pequeños que nacen en familias extremadamente pobres y con una enorme cantidad de hijos que dan muestra de la vulnerabilidad a la que también están expuestas esas madres? ¿Qué hacemos por esos pequeños que nacen con una enfermedad, discapacidad o deficiencia y son abandonados a diario en hospitales por familias que sienten y efectivamente, no tienen, cómo hacerse cargo de ellos? ¿Dónde están los horrorizados? ¿Dónde están los pro-vida que hacen gárgaras con el apoyo que le brindarán en un futuro a las mujeres que tendrán hijos en situaciones de dificultad sicológica, física o social? Les aviso que esas niñas, adolescentes y mujeres están teniendo hijos hoy. Que esas niñas, adolescentes y mujeres han tenido hijos todos estos años y que esas niñas, adolescentes y mujeres son las madres de quienes murieron estando a cargo del Sename. Y ni uno de nosotros estuvo ahí para brindarles apoyo moral o económico a ellas y a sus hijos.
Pero hoy, estamos horrorizados. Horrorizados porque las cifras salieron a la luz pública. Sino hubiesen sido exhibidas, seguiríamos horrorizados pero por los portonazos, por la delincuencia, pidiendo incrementar penas y rogando que nos protejan de esos niños que actúan cada vez con más violencia, sin hacernos un minuto cargo del por qué esos jóvenes no han tenido infancia ni tendrán mañana.
Hace unos años, nos horrorizamos por los tratos que recibían los adultos mayores en algunas residencias. Pero los videos dejaron de marcar rating, a las personas se nos olvidó y muchos adultos mayores siguen siendo maltratados.
La semana pasada, algunos se horrorizaron con el manual de sexo para adolescentes entregado en Liceos de Santiago. El año 2013, en nuestro país nacieron 902 hijos de madres con edades entre 10 y 15 años y 31.506 hijos de madres con edades entre 15 y 19 años. El 2014, 852 y 29.454, respectivamente (DEIS, INE). El Presidente Sebastián Piñera había anunciado con alegría el incremento de la natalidad en su última cuenta pública, ¿Cuántos se detuvieron a revisar qué porcentaje de esas cifras correspondía a embarazos de niñas o adolescentes? Pero para los horrorizados, es más importante salir a decir que una Municipalidad no debe entrometerse en la educación sexual de los estudiantes, que para eso están las familias.
Entre el 2009 y el 2013, hubo un alza de un 74% de VIH-SIDA en jóvenes entre 15 y 19 años (MINSAL). Pero para algunos, ese dato no debe por qué generar una política pública de educación sexual.
El mismo senador Ossandón y pre candidato presidencial que cuestionó la aparición de este manual, puso en sus redes sociales el pasado 28 de Septiembre que era deber del Estado mejorar las pensiones. Hoy, la Presidenta Bachelet señala que como Estado, les hemos fallado a los niños en extrema vulnerabilidad. Quiero recordar que el Estado somos todos nosotros. Es nuestra comunidad organizada. Pero es un Estado pequeño, un Estado subsidiario, que sólo puede actuar donde los inversionistas privados no quieren. Y que tiene una billetera chiquitita para cubrir la inmensa cantidad de problemas derivados de una distribución inequitativa. Pero como en general, los que tienen grandes capitales no quieren aportar más, y como en estos temas, no hay suficiente ganancias para invertir, hagámonos cargo como podamos, entre todos, de esos temas que nos enrabian a diario. Desde este pequeño Estado, desde las comunas, como personas, pero dejemos de actuar como horrorizados y de interponernos ante esas iniciativas que intentan paliar las falencias de nuestras familias y sociedad, cruelmente adiestradas a pensar individualmente y no, en el colectivo.