Caso Caval: Compagnon culpa a Mauricio Valero por venta de informes con posible “copy-paste”

Son ocho informes, con los resultados de estudios mineros, los que gatillaron una nueva querella presentada en el contexto del caso Caval, por el empresario Gonzalo Vial Concha.

La presentación fue en contra de la firma, de propiedad de la nuera de la mandataria, Natalia Compagnon y el relacionador público, Mauricio Valero, y apunta al posible delito de estafa. Esto, porque se acusa que los ocho informes habrían sido “copiados” de informes ya hechos por la Comisión Chilena de Cobre (Cochilco).

La Tercera publica que Vial Concha pagó mil millones de pesos por estos informes, y después de todo, estimó –según se presenta en la querella- que “ha existido engaño, al atribuir, por parte de la señora Compagnon, la autoría de los informes referidos a Caval o, en su caso, a terceros contratados especialmente a estos efectos”.

El 14 de julio Compagnon prestó declaración por este tema, y especificó en calidad de testigo que “los ocho informes que señala la querella no son los únicos que se le pasaron a Graneles (empresa de Vial Concha), hubo muchos más, como estudios en batimetría (…). Las cuatro facturas señaladas en la querella son por todos estos estudios realizados, no sólo los ocho informes señalados”.

En el mismo sentido de la declaración, Compagnon agregó que los documentos que hace mención Vial Concha, los ocho informes, no habían sido tramitados por ella, sino que “se externalizaron a través de Mauricio Valero, yo no soy el autor de ninguno de ellos. Efectivamente, yo realizaba las conversaciones con Gonzalo (Vial Concha) y luego le transmitía a Mauricio estos requerimientos”.

También especificó que “todo lo relacionado a facturación, contratación de servicios para los informes lo hizo Mauricio con Marcelo Carreño, jefe de finanzas de la empresa. En definitiva, lo que quiero decir es que el único responsable es Mauricio. Yo desconocía completamente la forma en que se realizaron estos informes. Entendía que había gente externa especializada que se contrataba para dicha función”.

Pese a todo, sí se le consultó a Compagnon si ella entregó los informes a la empresa de Vial Concha, a lo que contestó que “ocasionalmente, recuerdo haber llevado algunos informes, y se los entregaba a Gonzalo personalmente. Sé que eran revisados por él y con posterioridad se facturaba y se pagaba, pero como digo, eso lo veía Mauricio”.

Posteriormente Valero descartó algún tipo de fraude, así como también descartó ser responsable de los informes. “Por los informes investigados no se facturó a Graneles, primero porque no tienen valor comercial al que alude la cláusula cuarta del contrato entre Caval y Graneles, y, segundo, porque se incluyen dentro de información adicional que pedía Gonzalo Vial para su lectura”.

A diferencia de Compagnon, que manifestó que los responsables eran él y el jefe de finanzas de la empresa, Valero insistió que “no sólo éramos Natalia y yo (…) Respecto de la contratación de profesionales a honorarios, tanto como asesorías y proveedores, se decidían en conjunto con Natalia. Era una empresa que liderábamos dos personas”.

Además, el informe policial que encargó Sergio Moya, fiscal de la causa, establece que “se logró apreciar que si bien el códice (de los informes), aparentemente, es el mismo, las anteportadas y, en algunos casos, la última hoja donde figuran autores, fueron quitaras, siendo reemplazadas por una portada que dice Caval”.