Estudio derriba los mitos del aporte al sistema educativo de liceos emblemáticos
Investigaciones del CIAE de la Universidad de Chile muestran que en los liceos emblemáticos " solo el 6% de los estudiantes pertenece al quintil de menores ingresos" y que reformar la manera que estos tienen de seleccionar alumnos "no necesariamente conlleva la pérdida de la excelencia".
La Ley de Inclusión Escolar aprobada en marzo obligará a partir de 2017 a los liceos emblemáticos, aquellos de alta exigencia académica o los que tienen programas especiales, a seleccionar solo al 30% de su matrícula. En vista de los cambios que podría traer la ejecución de este proyecto, el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile elaboró un artículo que recopila una serie de investigaciones sobre estos liceos y que desmienten varios mitos acerca de su aporte al sistema educativo y de los perjuicios que podría traerles el disminuir su selección.
Uno de los estudios citados el realizado por Claudio Allende y Juan Pablo Valenzuela, del CIAE, que muestra que si bien “los liceos de excelencia son, en su mayoría, una opción efectiva para estudiantes de alto desempeño, ese efecto tendría como principal explicación la selección de alumnos de alto rendimiento“. También explican que “a pesar de que estos liceos pueden ser una fuente relevante para la movilidad social, ese impacto es bastante reducido, puesto que solo el 6% de sus estudiantes pertenece al quintil de menores ingresos”.
Aunque en el informe son categóricos en afirmar que esto no significa que los liceos de excelencia agreguen valor a sus alumnos través de “procesos internos, como sus metodologías de enseñanza, gestión u organización”, sino que los buenos alumnos que ingresan facilitan justamente que estos buenos métodos funcionen eficazmente. Los investigadores concluyen que será relevante cómo se realice el proceso de transición y adecuación cuando lleguen los nuevos alumnos.
Otro de los estudios del CIAE divide a los liceos emblemáticos en tres grupos: los de Providencia, que han implementado desde 2014 un programa para que los alumnos y alumnas no sean seleccionados académicamente y que los liceos estén preparados para la nueva heterogenidad.
El segundo es el de los liceos que se niegan a disminuir su selección y que argumentan aceptar nuevos alumnos “dañará la calidad de la educación en sus instituciones”. Y el último grupo es el de los que hace tiempo modificaron su forma de selección debido a la baja en sus matrículas y desempeño académico y cuya “excelencia pedagógica y selectividad académica es parte de su historia reciente, pero no de su situación actual”.
Pese a las diferencias entre estos tres grupos, el estudio advierte que “en general, se puede observar un abandono generalizado por parte de las autoridades para hacer frente a los cambios de la nueva política”. Según el CIAE es muy importante el apoyo de las autoridades para que los liceos de excelencia trabajen en los cambios que se les aplicarán y no pierdan “durante la transición a una mayor diversidad en su composición, el reconocimiento público de un alto estándar de calidad”.
“La experiencia de la educación pública en Providencia -y de algunos colegios Bicentenario de alto rendimiento, que no tienen selección-, son referentes de que esta reforma no necesariamente conlleva la pérdida de la excelencia“, termina afirmando la publicación.