Álex Hernández, ex director de Mekano y Yingo: “No soy ni he hecho jamás televisión machista”

Ad portas de iniciar una nueva edición del Festival de Viña del Mar 2017, el director del certamen, Álex Hernández aseguró que en esta oportunidad “la meta es que seamos capaces de mostrar con fidelidad la emoción que se produce cuando el artista y el público están juntos. El desafío está en esa conexión, pero sobre todo en la que tiene que ver con el público de redes sociales, que cada vez es más y al cual le vamos a dar más importancia y capacidad de decisión; poder cambiar canciones, poder cambiar el setlist, opinar todo el rato”.

En ese sentido, se refirió a las críticas que surgieron en medio de la emergencia por los incendios forestales que afectaron a varias regiones del país y que exigían que este año el festival no se llevara a cabo. “El festival es algo que hace bien. Si la música hace bien, si el humor hace bien, entonces el festival también lo hace, por lo que nunca estuvo en duda. Lo que hicimos desde un primer momento fue pensar de qué manera podríamos sumar esta gran plataforma para colaborar con quienes habían perdido todo y cumplir un rol desde lo que el festival es en su esencia”, sostuvo.

Por otro lado, Hernández se refirió a la irrupción del feminismo en televisión. Sobre todo tras la exitosa rutina de Natalia Valdebenito en la edición del año pasado del festival, y aseguró que jamás realizó programas con un tono machista, haciendo clara alusión a sus dos proyectos más emblemáticos: Mekano y Yingo.

“En estos tiempos he aprendido que lo que importa son los personajes y lo que ellos pueden contar en la tele. Si hiciera hoy, en la era del feminismo y la libre expresión, un programa como Mekano o Yingo, el casting sería distinto que hace 20 años y buscaría gente que tenga buenas historias que contar y que ojalá sean de perfil más opinante”, afirmó.

Según sus propias palabras, el feminismo “es lo mejor que pudo pasar en estos tiempos. Las mujeres tienen una sensibilidad e inteligencia demasiado relevante como para estar en un plano secundario. La sensibilidad de una mujer en un rol de poder funciona muy bien, porque no se deja llevar por impulsos tan básicos como por los que se puede dejar llevar un hombre para responder, para tomar decisiones, para repensar algo. Que en el gobierno exista una Presidenta me parece increíble, y que la critiquen me parece fome”.

En cuanto a su último proyecto en pantalla, “Minas al Poder”, confesó que él no tomaba las decisiones en ese programa. “Al contrario: me sentaba a escuchar las reuniones y las gozaba porque encontraba que hasta la más feminista terminaba cayendo en un discurso machista y conversábamos sobre eso, pero yo no tomaba decisiones finalmente. La verdad es que no soy ni he hecho jamás televisión machista. Para mí eso no existe. Y quiero ser bien claro: jamás hice los programas que hice con esa intención. Yo no corto el queque ni en mi casa ni en el canal”, dijo.