Los días en que Rafael Garay hacía de asesor previsional y era rostro de Felices y Forrados
En 2013, cuando era un economista destacado por los medios de comunicación, Garay hablaba del sistema financiero, del dólar, de las pensiones. En ese entonces, se desempeñaba como Director del Departamento de Estudios de dicha empresa, a la cual renunció para impulsar su fallida candidatura al Senado por el PRO.
Entre abucheos de la ciudadanía Rafael Garay ingresó a la Corte de Apelaciones de Santiago. Su regreso desde Rumania concitaba especial expectación dada la serie de mentiras y las 37 querellas en su contra por delito de estafa que suman un monto en torno a los 1.800 millones de pesos.
Su historia causó revuelo cuando el economista contó en televisión que padecía de un cáncer agresivo y fulminante y que viajaría a Francia para tratarse. Nada de ello era cierto. Así como tampoco muchos de sus negocios desarrollados por su empresa Think & Co.
Previo a eso Rafael Garay era un destacado economista mediático. Era recurrente verlo en programas de televisión y leer entrevistas explicando los alcances del sistema financiero en múltiples aristas.
En 2013, su figura cobró especial relevancia en la empresa Felices y Forrados -controlada por Gino Lorenzini-, donde se desempeñaba como asesor previsional, específicamente como Director del Departamento de Estudios con el fin de convertir a la firma en una Administradora de Fondo de Pensiones. Con ese cargo, entregaba consejos de cómo moverse de un fondo a otro para abultar las cotizaciones.
Desde esa vereda, Garay decía que “las empresas deben ser proactivas en ayudar a sus afiliados para que no pierdan sus dineros, ya que no hay que olvidar que el dinero que se encuentra en las AFP llega a los 180 mil millones de dólares y pertenece a los afiliados y no a las AFP. Los incentivos y las protecciones están puestas hacia las empresas y al sistema financiero, pero no hacia los ahorros de los trabajadores”.
En ese entonces, el economista decía que “a la clase política no le preocupa que mejoren los montos de pensiones, cuando existen las posibilidades de hacerlo a costos fiscales muy bajos, pero parece que hay algunos intereses que priman más”.
En ese cargo se mantuvo hasta que decidió postularse como candidato al Senado por el PRO ya que no quería mezclar negocios con política, decía. Su postulación tuvo una baja adhesión, pero Garay continuó siendo una voz mediática en materia económica gracias a los medios. Eso cuando gozaba de credibilidad.
Solo después que se hicieran públicas las acusaciones de estafa contra Garay y cayera en descrédito, Lorenzini se desmarcó de quien fuera su asesor previsional y señaló que“Rafael Garay nunca fue socio ni creador de Felices y Forrados”.