Investigación denuncia que Sebastián Piñera uso "empresas zombis" para no pagar impuestos

Una investigación desarrollada por Ciper Chile denunció que Sebastián Piñera uso un mecanismo popular en los años ’90 entre los grandes empresarios chilenos; comprar “empresas zombis” para así declarar pérdidas en el Servicio de Impuestos Internos (SII) y no pagar millonarios impuestos.

El uso de las “zombis” fue patentada entre otros, por Carlos Alberto Délano y Carlos Lavín -dueños de Penta-, el grupo Cueto y los dueños de Falabella; y consistía en comprar empresas quebradas y sin movimiento para “absorber” sus pérdidas y así “esconder” sus utilidades y no tener que cancelar tributos e incluso solicitar la devolución de impuestos ya pagados.

Según Ciper, la estrategia “consistió en comprar firmas que habían quebrado o habían sido sometidas a acuerdos preventivos en los años ´80. Eran lo que los expertos tributarios llaman ‘cascarones’: sin empleados ni terrenos ni oficinas ni know how, esos cascarones eran apenas un RUT. ¿Qué había de valioso en ellos como para que Piñera, los Cueto, (Carlos) Délano y (Carlos) Lavín pagaran entre $500 y $900 millones por cada uno? Algo que estaba atado a ese RUT; una pérdida tributaria que les permitía declarar ante el SII que las utilidades de sus empresas habían desaparecido y por lo tanto no tenían que pagar impuestos, o podían recuperar los pagados en años anteriores”.

De este modo, la investigación apunta a la existencia de documentos y escrituras que demuestran que Piñera compró al menos cuatro empresas de Manuel Cruzat “que estuvieron años sin actividad y una de ellas la usó para que Inversiones Bancard Ltda. declarara pérdidas por $44 mil millones”, lo cual fue calificado por “un ex alto funcionario del SII como un duro y masivo ataque (…) contra las arcas fiscales”.

Así, Piñera compró “cuatro cascarones de los ’80 cargados de pérdidas” y los usó entre 1995 y 2004, cuando era presidente de RN y senador, siendo solo uno investigado por el SII por lo que debió rectificar 261 millones.

Junto con ello, el ex Presidente se hizo en 1994, tras pagar 817 millones, de la Compañía de Desarrollo Industrial, que “tenía una deuda de arrastre de más de 39 mil millones de pesos y registraba el siguiente patrimonio: activo circulante 0; activo fijo 0; otros activos 0”.

Este “cascarón” o “zombie” fue renombrado como Inversiones Bancard Limitada y “absorbió tres firmas clave del holding de Piñera: Inversiones y Asesorías Santa Magdalena S.A., Inversiones Libardón S.A. e Inversiones Santa Cecilia S.A”.

“Este caso es particularmente ilustrativo (…) de cómo año tras año las pérdidas de Cruzat en los ’80 rebajaron los impuestos que debía pagar Piñera en los ’90”, lo que se suma que “entre 1997 y 1999 Piñera y su familia efectuaron ‘retiros’ desde Inversiones Bancard Ltda. por un total de 91 mil millones de pesos, pese a que ante el SII y en ese mismo período –gracias al uso del cascarón– esa misma sociedad declaró solo pérdidas”.

También compró Inversiones COIA S.A, que era “el corazón del grupo Cruzat” y tenía pérdidas por 52 mil millones y la bautizó como Axxion; la Administración e Inversiones El Bosque Ltda. que tenía una deuda de 21 mil millones y Los Lirios S.A.

Ante este escenario, Ciper entrevistó a Fernando Barros, socio de Piñera en Axxion, quien recalcó que no se hizo nada irregular y que el uso de los “cascarones” estaba “expresamente autorizado por la ley”.