La felicidad de un buen dormir
Si alguien no está logrando un sueño reparador, es importante identificar el porqué de esta situación, para tomar medidas. Si bien las causas dependen de cada persona, existen algunos factores que pueden desencadenar el insomnio.
Constanza Prenafeta es Experta en terapias para restablecer el biorritmo, cosmetóloga, maxofilaxista y terapeura. Actual directora del centro de relajación y Spa Mandala. www.spamandala.cl
El insomnio es la incapacidad de dormir o la dificultad para conciliar el sueño durante la noche. Quien no descansa bien, durante el día sufrirá los embates de haber pasado en “vela”, sintiéndose más irritable, con problemas de concentración y bajo rendimiento. También puede sufrir somatizaciones físicas como deshidratación dérmica, incremento de celulitis, ojeras entre otros inconvenientes.
La regeneración de los tejidos y penetración de activos, ocurre más activamente durante la noche, debido a que el cuerpo se relaja y la nutrición celular junto con la evacuación de desechos, se produce más eficazmente en ese momento.
Si alguien no está logrando un sueño reparador, es importante identificar el porqué de esta situación, para tomar medidas. Si bien las causas dependen de cada persona, existen algunos factores que pueden desencadenar el insomnio.
1. Causas psicológicas: estrés, preocupaciones, situaciones de angustia, depresión, frustración, rabia, ansiedad entre otros, pueden arruinar el sueño. Para ello es importante encontrar un método de catarsis, focalizar la zona del cuerpo donde se siente la emoción y tratar de elongarla. La sugerencia es no envolverse en la emoción y tratar de mirarla desde fuera, para finalmente soltarla.
Los ejercicios de respiración profunda, el yoga, masajes o cualquier distracción que colabore con el propósito de desapegarse de la emoción, puede ser también de gran ayuda. Esto puede complementarse con terapia sicológica o alternativas como reiki, flores de bach, armonicación de chakras, etc.
A nivel de la alimentación, hay que evitar la ingesta de alimentos activantes, tales como el café o bebidas energéticas, especialmente en aquellos que padecen de ansiedad.
Finalmente hay que pensar en disminuir las horas de trabajo de ser necesario, ya que la sobre exigencia mental y física pueden repercutir en el descanso diario. La clave es tener una sana proporción entre ocio y trabajo. Mantener una actitud positiva, recordar que somos dueños de nuestras vidas y no permitir que nada nos sobrepase.
2. Malos hábitos: las noches son para dormir, es parte del ciclo circadiano que responden, principalmente a la luz y la oscuridad. Cuidar de ese momento, como si fuera un ritual sagrado es muy importante. La temperatura de la habitación donde se descansa, la oscuridad y el silencio son fundamentales para un sueño reparador. Para ello hay que tratar de bajar las revoluciones cuando se acerque la hora de dormir, leer un libro, bordar o hacer cualquier actividad que sea relajante.
3. Enfermedades físicas y molestias corporales: hay trastornos hormonales y respiratorios que provocan molestias y son incompatibles con un normal descanso. Identificar el malestar, escuchar lo que dice nuestro cuerpo y acudir a un médico especialista para tratar la dolencia, deben ser pasos obligados para enfrentar este problema. Si los problemas son digestivos o estomacales, la recomendación es comer una comida liviana idealmente dos horas antes de dormir.
Como es posible apreciar, dormir bien es clave para que el cuerpo y la mente enfrenten en optimas condiciones la actividad diaria, que muchas veces es exigente. Por eso, hay que otorgarle la debida importancia que tiene experimentar un sueño reparador y disfrutar de ese agradable descanso a diario.