La respuesta del Alcalde Sharp a la polémica por cambio de nombre de avenida Pedro Montt
El edil de Valparaíso aseguró que es "sano" que se generen estas discusiones, pero que el municipio ya tiene fijados los objetivos para este año.
Esta semana se dio a conocer que un grupo de organizaciones sociales presentó al Concejo Municipal de Valparaíso la propuesta de cambiar de nombre la avenida Puerto Montt y bautizarla como la Avenida Violeta Parra, por los cien años de su natalicio.
El concejal Claudio Reyes (Alternativa Democrática), explicó que una de las principales motivaciones de la propuesta es reconocer su aporte en la paridad de género, los derechos humanos y la cultura.
Esta noticia, sin embargo, cayó como un balde de agua fría en la UDI. El concejal gremialista Carlos Bannen calificó el hecho como “un atentado contra el ADN de los porteños” y adelantó los problemas técnicos que generaría que se cambie el nombre de la calle.
“Qué pasa por ejemplo con las inscripciones en el Conservador de Bienes Raíces, habría que modificarlas. Qué pasa con roles que tienen las propiedades en la Dirección de Obras. Pasaría lo mismo con el Servicio de Impuestos Internos, o si una persona común y corriente va a sacar un certificado de número”, afirmó.
A la discusión se sumó el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien puso paños fríos asegurando que en estos momentos el municipio ya tiene sus objetivos claros para este año y no contemplan propuestas de este tipo.
En conversación con El Mercurio calificó de “saludable” que se den este tipo de discusiones, pero precisó que en primera instancia, en donde debe concentrarse el esfuerzo del concejo municipal, es el mejoramiento del aseo de Valparaíso.
Su principal interés es “impulsar un modelo de desarrollo que garantice calidad de vida en Valparaíso”. El segundo punto es contar con un nuevo plan regulador de la ciudad, de manera que permita normar la construcción y limitar la edificación en altura en los cerros porteños.
En tercer lugar vendría la reconstrucción, puesto que “han pasado varios meses (desde el incendio del 2 de enero, que destruyó 200 viviendas) y todavía no tenemos ni una piedra construida de las casas que queremos para nuestra gente”. Más atrás quedó la salud y la educación.