Chilena y funcionaria de la ONU de 36 años fue decapitada en el Congo por milicianos
Zaida Catalán, quien también tenía la nacionalidad sueca, fue secuestrada el 12 de marzo.
Una chilena y sueca, Zaida Catalán, de 36 años, llegó a la República Democrática del Congo para trabajar como parte de una misión de Naciones Unidas.
Hija de un exiliado chileno en el país nórdico, la abogada también fue dirigente del partido verde sueco, según publica La Cuarta.
Catalán era una de las personas del organismo multilateral que supervisaba las restricciones impuestas a este país, que concluyó una cruenta guerra civil en el 2008, y ha registrado diversas violaciones a los Derechos Humanos.
El 12 de marzo se acercaba a indagar una denuncia por abusos a la provincia de Kasai, y fue secuestrada con un funcionario norteamericano, Michael Sharp y cuatro congoleños: dos guardias, el chofer y el intérprete.
El secuestro fue efectuado por la milicia Kamuina Nsapu, y de momento no ha trascendido si se pidió rescate por estas personas. Los restos de Catalán aparecieron enterrados a baja profundidad.
La milicia está en poder de tramos de la carretera de la zona y un portavoz del gobierno manifestó que “el comisario provincial de la policía acaba de regresar del lugar donde fueron hallados, con los cadáveres de los dos investigadores de la ONU (…) la mujer fue decapitada y el cuerpo del hombre está entero”.
La mujer postuló al parlamento europeo el 2008, era experta en derechos de los animales y ofició como experta en violencia sexual para el trabajo policial de la Unión Europea en Afganistán.