Ministro Carroza dicta acusación en contra de Juan Emilio Cheyre por Caravana de la Muerte
El ex comandante en jefe del Ejército enfrentaba proceso en calidad de cómplice por una serie de muertes en el capítulo de La Serena de la emblemática causa de Derechos Humanos.
Son 15 homicidios, ocurridos en el regimiento Arica, en La Serena, en octubre de 1973, los que componen el terrible capítulo de la Caravana de la muerte, cuando un helicóptero Puma, comandado por el fallecido general Sergio Arellano Stark, se trasladó a distintos puntos del país para concluir los juicios de guerra y matar a opositores a la dictadura. Fueron asesinadas y desaparecidas casi un centenar de personas.
El general Juan Emilio Cheyre, ex comandante en jefe del Ejército, era teniente en la citada localidad al momento de los hechos y el ministro en visita, Mario Carroza, lo sometió inicialmente a proceso por presuntamente haber sido cómplice de la muerte de estas 15 personas. Junto al militar en retiro figuraban otras 8 personas en proceso. Fue detenido, pero tras el pago de una fianza de un millón de pesos quedó en libertad a mediados del 2016.
Resulta que en esta jornada, tal como publica T13.cl, el ministro Carroza determinó acusar oficialmente a Cheyre, justamente por haber sido -según su investigación- cómplice en el citado caso. “Se dictó acusación contras todas aquellas personas que estaban ya procesadas con anterioridad, entre esos el general“, indicó el juez.
Como es el proceso judicial antiguo, ahora corresponde que el abogado de Cheyre, Jorge Bofill, realice sus descargos defendiendo a su representado.
La relevancia de este caso, y en particular de la figuración del ex comandante en jefe, es que él mismo fue quien comenzó un complejo proceso de acercamiento de la institución para con el país, siendo el primer alto mando del Ejército en reconocer las violaciones a los Derechos Humanos y marcar algo de distancia del legado de Pinochet. “¿Excusa el escenario de conflicto global ya descrito las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Chile? Mi respuesta es una e inequívoca: no. Las violaciones a los derechos humanos nunca y para nadie pueden tener justificación ética”, rezaba parte de la columna de Cheyre, que envió el 2004 al diario La Tercera.
