“Libertad de vacunación por un Chile democrático”: el peligroso grupo que aconseja a los antivacunas
La agrupación cuenta con más de 11 mil miembros en Facebook y en ella suben información y datos para suplir las vacunas con "medicina natural". Desde la OMS califican a estos grupos como "asesinos en potencia".
“Los NO vacunados no causan brotes de sarampión. El sarampión causa el sarampión”. Esa es la premisa que aparece en la portada del grupo de Facebook “Libertad de vacunación en un Chile Democrático (Movimiento Antivacunación)“, que tiene más de 11 mil 700 seguidores en la red social y en el que se intercambian desde información anti vacuna hasta consejos sobre “medicina natural”.
Estos grupos causaron especial polémica en 2016, cuando en distintas ciudades del país se presentaron recursos judiciales de personas que se negaban a vacunarse contra el virus del papiloma humano, principal causa del cáncer cervicouterino en el país.
Desde la OMS aseguraron que “los movimientos antivacuna son una amenaza sanitaria. Los brotes de sarampión que están ocurriendo a nivel mundial están ocurriendo porque, justamente, hay personas que no quieren inmunizar a sus niños”.
Enrique Paris, presidente del Colegio Médico, matiza: “Hay familias totalmente antivacunas y otras que dicen ‘yo estoy a favor de las vacunas, vacuno a mis niños, pero yo quiero que le coloquen las mejores vacunas posibles, que no tengan efectos adversos ni a largo plazo. Que no tengan mercurio ni timerosal. Ese es el matiz”.
La fundadora del grupo, Desiree Becerra, cuenta que su movimiento está totalmente en contra de la vacunación, sin matices. Lo fundó en 2012 luego de su embarazo y asegura que su principal objetivo es buscara información sobre los supuestos efectos adversos de la vacunación en los niños.
“Mi hija tiene cinco años, ella jamás ha sido vacunada y no toma remedio. No usa antibióticos y jamás ha tenido ningún problema de salud. Cuando se agarra un resfriado, en dos días está bien”, asegura Desiree.
Y agrega: “Todos los organismos funcionan de una manera distinta. Algunos son más vulnerables a otros respecto a algunos componentes de las vacunas. Y no hay exámenes que uno se pueda realizar para saber si uno es alérgico a algunos de esos componentes. Es como jugar a la suerte de la olla. ¿Por qué tengo que jugar con la salud de mi hija?”.
En Facebook, varios de los integrantes del grupo cuentan historias exitosas de cómo sus hijos son sanos pese a la no vacunación. Aunque otros postean problemas que han tenido: “Hola, acabo de tratar de retirar la leche de mi hijo en el consultorio (26 meses) y me la negaron por no tener puesta la vacuna contra la influenza. ¿Qué puedo hacer?”.
O “¡Grupo! ¿Me dan el nombre del remedio natural que se compra en Knop para aumentar las defensas, mi hijo se enferma todas las semanas en el jardin?”. También se aconsejan sobre pediatras anti vacunas, comparten noticias conspirativas de sitios como “Frente Fantasma”, y desestiman las notas de prensa que dan cuenta de las muertes de niños no vacunados a causa del sarampión, la difteria, y otras enfermedades cuya tasa de mortalidad prácticamente se había erradicado.
Aunque Desiree y los miembros del grupo no creen que la defensa a las vacunas de parte de los médicos tengan algo que ver con la salud. “Las personas que se han puesto a investigar el tema de la vacunación y han llegado a la conclusión de que las vacunas son malas para el organismo, han sido eliminados de a poquito. En condiciones misteriosas aparecen los cadáveres. Acá no importa el tema de la salud, el tema es un negocio. A las farmacias, a los dueños de laboratorio, les conviene que la gente se enferme porque así venden medicamentos de por vida”, dice.
Pese a que en países donde estos movimientos son más masivos han vuelto brotes de enfermedades como sarampión, y se han reportado muertes de niños con padres antivacunas, desde el Colegio Médico creen que antes de prohibir estas agrupaciones, lo más importante es entregar la información correcta.
“El Minsal y la sociedad científica deben dar información a la comunidad de forma tan insistente y masiva como lo hacen los grupos anti vacunas. Ha fallado hacer una campaña específica en el sentido de convocar a esta población y dialogar con ellos. Contrarrestaria la información y les demostraría que están equivocados”, apunta Paris.