“¿Dónde están las pandillas gay atacando conservadores?”: Genial respuesta de Luis Larraín a profesor U. Andes
El docente aseguró que existe un "lobby gay" que discrimina a quienes piensan distinto.
La última columna del profesor de la Universidad de Los Andes Joaquín García-Huidobro en El Mercurio sacó ronchas en varios sectores y personas. Luis Larraín, quien hace pocas semanas había acudido a un seminario organizado por los alumnos para tratar la discriminación a la comunidad LGBT, fue uno de ellos.
En el escrito, el docente aseguraba que “la tendencia a silenciar por la fuerza al que piensa distinto es permanente. Censuras ha habido siempre, y nadie está libre de pecado. Pero en los últimos años han aparecido nuevas formas de intolerancia en nuestras sociedades liberales de Occidente, que se caracterizan por no reconocerse como tales. Una de ellas es la intolerancia gay“.
García-Huidobro acusó un “lobby gay”, donde “a los que piensan distinto como si fueran un Hitler o un Fidel Castro, gente que metió a los homosexuales en campos de concentración (al final, Fidel se arrepintió)”.
Agrega que “uno pensaría, por ejemplo, que el problema de los niños “trans” en los colegios es suficientemente delicado como para justificar una larga discusión parlamentaria, pero ellos aprovechan estos meses que les quedan en el Gobierno para dictar una circular de la Superintendencia de Educación que resuelve el asunto a punta de prepotencia“, además de acusar un “narcisismo político” de la comunidad LGBT.
En respuesta, Larraín aseguró que la columna es ofensiva y caricaturesca: “¿dónde están las pandillas gay atacando a los conservadores?“, se pregunta el ex Iguales. “Él (García-Huidobro) y quien quiera tiene todo el derecho a oponerse (…) que tenga razón, es otro cuento”, afirmó el activista.
Respecto a la circular enviada por el Mineduc, recuerda que la ley de identidad de género lleva más de cuatro años en el Senado, mientras que las técnicas de revertir la homosexualidad -mencionada por el docente como una opción válida para quien quiera dejar de ser gay- Larraín recordó que estas “terapias” suelen traer daño psicológicos a los pacientes.
“Finalmente, señala que quiere pautear a la universidad. Eso no puede ser más alejado de la realidad”, señaló respecto a su participación en la charla antidiscriminación no se exigió cambiar las percepciones del plantel sobre la homosexualidad: “se pidió que se erradiquen prácticas como que un vicedecano llame a alguien a su oficina para preguntarle sobre su sexualidad“.
“Los argumentos de García-Huidobro revelan la nula comprensión de la discriminación estructural y na majadera búsqueda de discriminación donde no la hay”, concluyó la carta de respuesta.