Dramático relato: joven denuncia que fue víctima de un grupo de fanáticos que defendía el “Bus de la Libertad”
Según cuenta el abogado, un grupo lo atacó y luego acusó ante carabineros para que se lo llevaran detenido.
Rodrigo Honores se transformó sin querer en uno de los tantos peatones que fue víctima de los grupos de “defensores” del “Bus de la Libertad”. En Facebook, este abogado de la Fiscalía Nacional denunció cómo fue atacado por un grupo de manifestantes en el centro de Santiago.
Este es su relato:
Todos los días a la hora de almuerzo voy a mi casa (Bellas artes). Hoy no fue la excepción, comienza el relato. Afuera del MAC estaba la escoba, el guanaco tirando agua, gente peleando y todo el contexto del bus transfóbico que anda recorriendo Santiago.
Traté de apurarme para que no me llegara ningún piedrazo ni nada por el estilo, pero en Ismael Valdés con Mosqueto me percaté que un grupo de hombres (aparentemente evangélicos) tenía rodeados a dos jóvenes (veinteañeros) que portaban la bandera de la diversidad. Era obvio que les iban a pegar. Yo, generalmente, no me meto en peleas, pero si no hacía algo me iba a cargar en la consciencia.
Me acerqué al grupo de hombres y les pregunté qué estaba pasando, frente a eso uno de ellos grita: ”¡¡ACÁ HAY UNO QUE TIENE PINTA DE FLETO!!’‘ (estaba vestido con ropa de trabajo: camisa, corbata, nada fuera de lo común).
Luego, empiezan a rodearme (momento en el cual los otros niños aprovechan de ir a buscar ayuda) y me arrinconaron en una pared, apretándome de los brazos y amenazándome con golpearme. Yo no podía zafar, era imposible.
Estaban a punto de sacarme la cresta, cuando pasaron los pacos de fuerzas especiales y vieron la situación. Pensé que estaba salvado. Sin embargo, uno de los hombres (quien parecía ser el pastor y portaba una biblia en la mano) gritó: ‘‘ESTE FLETO ME TIRÓ UNA PIEDRA!!!”. NO PODÍA CREERLO. ¿¿Era broma??, pensé.
Se acercaron dos corpulentos de FFEE y me agarraron del brazo PARA LLEVARME DETENIDO. SÍ. ASÍ TAL CUAL. Todo porque un par de imbéciles les dijeron que yo estaba agrediéndolos con piedras (los que me conocen saben que eso es imposible).
Le expliqué muy pacíficamente la situación al carabinero que parecía más racional (mientras el grupo de hombres se reía y me gritaba insultos), pero este parecía no escucharme. De repente, me quedó mirando (mi ropa sobre todo) y me preguntó: ”¿En qué trabajai?”.
Fue el segundo más eterno de la vida, porque si le respondía yo sabía que todo cambiaría.
”En la fiscalía”, respondí.
”¿Eres abogado?” me dijo de vuelta
Solo atiné a asentir con la cabeza.
”Corre rápido antes de que me arrepienta. Corre maricón”.En verdad estoy en shock. En menos de 15 minutos pasaron tantas cosas que dan cuenta de lo mal que estamos como país. A mi no me vengan con eso de que el bus transfóbico es parte de la ”libertad de expresión” y que son padres buscando proteger a sus hijos de las políticas del gobierno. MENTIRA. MENTIRA. MENTIRA.
Son solo un grupete de enfermos homofóbicos y transfóbicos que están cegados por la religión o qué se yo. ¿¿ESA GENTE SON PADRES Y MADRES?? Me da pánico pensar que un niño puede estar a cargo de ellos. Y lo que más rabia me da es que el Estado tenga que invertir recursos (Carabineros, cortes de tránsito, limpieza, etc.) en una iniciativa privada claramente atentatoria contra la dignidad humana.
De Carabineros, no diré nada. Es, a mi gusto, la institución más nefasta de este país. Hoy me lo confirmaron, nuevamente.
Tenemos que tener claro (¡¡hoy más que nunca!!) que la libertad de expresión no es un derecho absoluto y reconoce límites, y el primero de ellos es el respeto por la dignidad humana. Basta de amparar discursos de odio en la libertad de expresión. Basta.
Tengo pena, tengo miedo. Jamás, pero jamás me había sentido tan vulnerado y poco protegido. Si no es por como andaba vestido quizás ahora estaría golpeado, detenido o quién sabe cómo.
País maldito”.