Energía termosolar: una alternativa sustentable para la generación eléctrica
Con cero emisiones directas de CO2 y la capacidad de operar las 24 horas todos los días del año, esta tecnología se posiciona como una opción eficiente y ambientalmente amigable para la producción de electricidad en el país.
Actualmente, el 17% de la energía que se produce en Chile proviene de fuentes renovables no convencionales, siendo el desafío impuesto por el Gobierno alcanzar el 20% en 2025 y el 60% hacia 2035. Con un potencial enorme en este ámbito, el país puede darse el lujo de incrementar la presencia de proyectos asociados a geotermia, energía eólica, mareomotriz y solar, ya sea fotovoltaica o de generación térmica.
Dentro de este escenario, los proyectos del tipo solar son los que han experimentado una mayor consolidación, específicamente los alusivos a generación fotovoltaica, pues un 76% de los proyectos en construcción de generación con ERNC (Energías Renovables No Convencionales) corresponden a estos.
Sin embargo, ésta no es la única opción en materia solar, ya que existe otra tecnología amigable con el medio ambiente –al no emitir CO2- y más eficiente, la cual permite el almacenamiento térmico del calor para liberarlo, inclusive por la noche o en días nublados. De esta manera, se da solución a la problemática de la gran mayoría de las ERNC: el suministro constante de energía. Se trata de las plantas termosolares.
Qué es y cómo funciona
Cuando hablamos de generación termosolar nos referimos “en términos bien simples a una termoeléctrica. Tienes que generar vapor, ese vapor entra a una turbina, el vapor empieza a mover la turbina que está conectada a un eje, a un generador eléctrico. Entonces, cuando entra vapor la turbina se mueve, y como está conectada con un eje mecánico, el generador se mueve y genera electricidad”, explicó Edward Fuentealba, investigador de SERC Chile en el área de “Energía solar en la industria y la minería”, profesor del Departamento de Energía Eléctrica de la Universidad de Antofagasta y director del Centro de Desarrollo Energético de Antofagasta, CDEA.
En tanto, la diferencia con una termoeléctrica radica en cómo se genera el calor, ya que en una termosolar se produce vapor y no se usa combustible fósil para hacerlo, además se emplea muy poca agua y ésta es parte de un proceso cíclico, donde se reutiliza constantemente.
Los últimos desarrollos tecnológicos y la disponibilidad local de recursos naturales facilitan el acceso de Chile a este tipo de plantas. Esto, pues su manera tradicional de operar es con sales solares que se crean a través de la mezcla fundida de nitrato de sodio y nitrato de potasio, los cuales son elementos naturales que en nuestro país se obtienen de la zona norte.
En Chile, SQM es una de las compañías que dispone de las tradicionales sales solares, facilitando así su disponibilidad y aportando a la disminución de costos asociados a transporte e importación.
Ventajas ambientales y operativas
Las plantas termosolares tienen la peculiaridad de no emitir CO2 al ambiente de manera directa. Por lo mismo, sus emisiones se asocian únicamente a la construcción de la central, y cumplen con la cuota de CO2 en tan sólo un par de años de funcionamiento. “Al contar con una generación limpia, porque no vas a tener emisiones, puedes tener a la planta operando 24/7 y estar inyectando energía al sistema”, resaltó Fuentealba.
La posibilidad de ubicar estas centrales en el interior, como en sitios desérticos, y no en las costas como suele pasar con las termoeléctricas, se configura como otra de las cualidades que cuentan a favor de las plantas termosolares. Esto, tanto en términos estratégicos como geopolíticos, al descongestionar la acción de las termoeléctricas y resguardarse ante catástrofes naturales.
“A través del Gobierno y en el plano internacional se viene haciendo un esfuerzo por insertar este tipo de energía. Por ejemplo, en los últimos años se hizo énfasis en fotovoltaica y esto permitió bajar los precios, la negociación de proyectos y una masificación de estos en todo el norte de Chile. Y hoy el foco está en la parte térmica, dentro del programa estratégico solar”, agregó Edward Fuentealba.