Pensiones: nuestros viejos primero
"El punto es: ¿qué ofrecen ellos como alternativa? Nada más y nada menos que más de lo mismo, con dudoso impacto en lo que verdaderamente debe interesar: mejorar las pensiones hasta llevarlas a un nivel mínimo de suficiencia".
Mario Mandiola, Javier Orrego y Karol Morales es Equipo de Pensiones del equipo de campaña de Beatriz Sánchez.
Hace algunas semanas, Beatriz Sánchez dio a conocer a los chilenos su compromiso programático en materia de sistema previsional, el cual acoge plenamente lo que la Coordinadora de Trabajadores No Más AFP ha planteado bajo el nombre de “Un nuevo Sistema de Pensiones para Chile”. Esta propuesta incorpora plenamente los principios de seguridad social, construidos en décadas de desarrollo y avance de la humanidad en el terreno social.
La seguridad social está claramente definida en los Convenios de la OIT y en los instrumentos de la ONU como un derecho humano fundamental, estableciendo como sus principios básicos la solidaridad, universalidad, igualdad y sobretodo la suficiencia. Por ello, en nuestra propuesta ningún jubilado o jubilada recibirá menos del sueldo mínimo, como piso para las pensiones no contributivas, pues es imposible vivir con menos. De allí, todos quienes hayan cotizado, recibirán un monto superior, sin un descalabro del sistema ni mucho menos, pues, como hemos demostrado, los recursos están: Se trata de repartirlos con justicia.
En otras palabras la propuesta para el gobierno del Frente Amplio, viene a restituir principios borrados de un plumazo por la dictadura, reemplazados por un sistema que consagró el individualismo y que desnaturalizó el objetivo esencial de todo sistema previsional, que no es otro que entregar prestaciones garantizadas y suficientes en la vejez.
Resulta muy gráfico de los valores predominantes, que este intento por devolverle a Chile la normalidad en materia de pensiones, choque de inmediato con una muralla de descalificaciones y deformaciones que provienen de aquellos que nunca se preocuparon del drama de nuestros jubilados, satisfechos por las ganancias extraordinarias del sistema de AFP y complacidos a más no poder por el ingente monto -186 mil millones de dólares que son fruto del trabajo de todos quienes cotizamos- del que pueden disponer para dedicarse a la especulación financiera y a financiar la expansión de sus grupos económicos.
El punto es: ¿qué ofrecen ellos como alternativa? Nada más y nada menos que más de lo mismo, con dudoso impacto en lo que verdaderamente debe interesar: mejorar las pensiones hasta llevarlas a un nivel mínimo de suficiencia.
Es así como Piñera ofrece un 4% de cargo a los empleadores, menos del 5% anunciado por el gobierno, cuyo monto iría integro a las AFP. Malas noticias para él: Uno de los suyos ya dimensionó cual sería el futuro con esa receta. El gerente de Habitat, Cristian Rodríguez, reconoció hace unas semanas “considerando una tasa de cotización de 15%, tasa de interés real de 4% y sin lagunas previsionales. En un mundo ideal dos tercios de la población va a tener pensiones inferiores al sueldo mínimo”. A eso se reduce la oferta de la derecha.
¿Y qué se dice desde el otro lado? Del candidato Guillier sabemos que mantiene el modelo con pequeñas adecuaciones en la línea del proyecto anunciado por Bachelet, pero quien mejor resume la idea fuerza detrás de esos anuncios es el ministro Eyzaguirre, quien develó la verdadera razón de esta defensa corporativa: “más allá de que sea solidario o no sea solidario, porque hay sistemas que pueden ser de reparto pero no solidarios, la primera discusión es: ¿necesita Chile un sistema de capitalización? nuestra respuesta claramente es sí, y eso desde el punto de vista de la necesidad de crecimiento de la economía”
A confesión de partes…. Queda claro que para nuestros competidores, en materia de pensiones, la preocupación principal dista mucho de ser el bienestar de nuestros viejos. Sabemos que tenemos un camino lleno de obstáculos por delante en esta carrera presidencial, y muchas cosas se seguirán prometiendo de un lado y de otro. Pero de lo que sí pueden estar seguras los y las chilenas, es que para nosotros, nuestros viejos están primero.