Aumento de la depresión en primavera: ¿mito o realidad?
Experto de la ACHS explica que no existe una diferencia significativa -en cuanto al incremento de los síntomas de los trabajadores- entre ésta y otra estación del año.
Según cifras que maneja la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), un 17,2% es la prevalencia de los síntomas depresivos entre los trabajadores. Sin embargo, y al contrario de lo que muchos creerían, esta cifra no se asocia mayoritariamente a casos que tienen lugar en primavera.
“Cuando hablamos de sintomatología depresiva en trabajadores, no vemos una diferencia clara de aumento de ésta en esta época del año, y de igual manera, tampoco vemos que aumentan las consultas sobre enfermedades de salud mental”, afirmó Joaquín Sánchez, psicólogo consultor de Riegos Psicosociales de la ACHS.
Pero el mito está instalado y puede deberse –en parte- a que con la mejora del clima la gente comienza a salir más y a tener una mayor interacción social, por lo cual se hacen más visibles los síntomas depresivos en algunas personas, considerando que entre éstos se encuentra “la falta de motivación para realizar actividades placenteras, tales como practicar deporte o salir con amigos”, según señaló el experto.
Además de dichos síntomas, hay que poner atención a la disminución del rendimiento en el trabajo, al malestar subjetivo y la tristeza generalizada. En vista de ello, y a modo de prevención, el psicólogo recomienda “mantener un ambiente laboral lejos de los riesgos psicosociales. Para eso, hay que medir y evaluar éstos, saber como empresa qué tanto de riesgo hay en las características propias de cada trabajo. Y una vez detectados, hay que tomar las acciones pertinentes para disminuirlos y promover un entorno que apunte a la satisfacción y el bienestar de los colaboradores”.
Protocolo de Vigilancia de Riesgos Psicosociales
Actualmente, está en vigencia el denominado Protocolo de Vigilancia de Riesgos Psicosociales, desarrollado por el Ministerio de Salud y que permite medir los factores presentes en el trabajo que podrían afectar negativamente la salud mental de los colaboradores.
Dentro estos factores, se encuentran aspectos asociados a la organización y condiciones del empleo, tales como estabilidad laboral y cumplimiento de normativas de salud y bienestar; trabajo activo y desarrollo de habilidades; demandas psicológicas, como –por ejemplo- la exigencia de esconder emociones; violencia y acoso; relaciones al interior del trabajo; y doble presencia, haciendo referencia a las preocupaciones de la vida familiar y/o doméstica que puedan aquejar a un trabajador.
“Como ACHS brindamos toda la asesoría para que este protocolo se ejecute de manera correcta y para que nuestras empresas afiliadas puedan intervenir adecuadamente su organización, en caso de que existan riesgos detectados. Cabe mencionar que este protocolo lo deben implementar todas las empresas, ya que es fundamental al momento de prevenir trastornos psicológicos vinculados al trabajo”, agregó Sánchez.