Human Rights Watch afirma que Evo Morales viola los derechos humanos al querer volver a reelegirse
La organización critica que Convención Americana sobre Derechos Humanos establece límites para la reelección, pero que el líder de Bolivia "gobernará, al menos, hasta el 2026, sumando veinte años en la presidencia".
“Evo Morales manipula los derechos humanos para aferrarse a la presidencia“, se titula una columna de opinión publicada en The New York Times por José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, y Juan Pappier, abogado de la misma organización, donde criticaron duramente al Presidente de Bolivia.
Los autores del texto recuerdan que “casi doce años después de haber asumido el cargo de presidente de Bolivia”, no hay señales de que pretenda dejar el poder y que, de hecho, “en 2016, convocó un referendo para eliminar una incómoda disposición de la Constitución boliviana que autoriza únicamente una reelección presidencial”. “Ello le habría permitido buscar un cuarto mandato y postularse de forma indefinida“, agregan.
“Como sus planes fracasaron cuando la reforma fue rechazada por el 51 por ciento de los ciudadanos, Morales tuvo que idear una nueva fórmula: en septiembre, sus partidarios en la Asamblea Legislativa presentaron una demanda ante el Tribunal Constitucional para pedirle que elimine el molesto límite a la reelección consagrado en la Constitución de Bolivia”, continúan.
Vivanco y Pappier explican que “los partidarios de Morales alegan que el límite a la reelección discrimina al actual presidente y viola su derecho humano a participar en política. Para ello, citan una disposición de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que establece que los derechos políticos pueden limitarse “exclusivamente” según una lista acotada de hipótesis, entre las que no figuran los límites a las reelecciones”.
“Esta interpretación es francamente un disparate“, critican y agregan que “la disposición de la convención fue concebida para impedir que gobiernos autoritarios se aferren al poder proscribiendo caprichosamente a candidatos opositores y no para bloquear los límites constitucionales a las reelecciones que precisamente buscan evitar el surgimiento de caudillos”.
Human Rights Watch afirma que “lo inusual de la estrategia de Morales, no obstante, es el descaro de recurrir a los derechos humanos para retener el poder” y que “además de descabellado, el nuevo intento de Evo Morales por mantenerse en el poder invocando normas de derechos humanos es hipócrita“.
“Es prácticamente seguro que las actuales instancias judiciales de Bolivia no lograrán frenar la operación política de Morales para mantenerse en su cargo. Y, salvo que pierda las elecciones, Morales probablemente gobernará, al menos, hasta el 2026, sumando veinte años en la presidencia“, reflexionan y piden a los gobiernos de la región que reprochen esta maniobra.