Cura de los Sagrados Corazones: “No se puede ser millonario y católico (…) no me explico cómo la gente sigue votando Piñera”
En entrevista con The Clinic, el sacerdote Pedro Pablo Achondo reflexiona en torno a cómo la política influye profundamente en la calidad de vida de las personas y reflexiona en torno a las próximas elecciones presidenciales.
Tras una profunda reflexión en torno al sufrimiento, gatillada por el accidente de su padre mientras él se encontraba en Francia, el párroco de la localidad de San José (La Unión) Pedro Pablo Achondo realizó una investigación en torno al dolor y el papel de Dios en cómo se sobrelleva.
“Hay que volver a reflexionar sobre el dolor en un mundo donde el sufrimiento adquiere tantos rostros diversos, está en los niños vulnerados, en los migrantes que llegan a Chile, en los pobres, en el pueblo mapuche que uno podría decir que hoy es un pueblo crucificado, que vive una pasión en el sentido cristiano del término”, comenta Achondo en entrevista con The Clinic.
Pero Achondo no sólo vincula el sufrimiento con un aspecto divino, sino que también con la política.
“Tenemos que hacer memoria de los sufrientes, de los caídos y vencidos de la historia, y eso es política. Hay todo un concepto que hoy se usa que es la memoria de la injusticia, de los que no pudieron surgir y ser valorados. (…) En gran parte el sufrimiento es consecuencia de malas políticas. Lo más evidente de Chile es que es un país con una desigualdad social abismante. Por más que sea una verdad que los índices muestren que la gran masa de pobres es menos pobre, aun así en instituciones, hospitales, barrios y cárceles te encuentras cara a cara con la injusticia que duele, que hace mal, que hiere, que genera odio”, comenta el sacerdote.
Al ser consultado sobre qué le parecía que un empresario que se dice católico, como Piñera, pueda salir reelecto, el religioso aseguró que es una “cosa complicada. “Lo que pasa es que el catolicismo tiene diferentes rostros. Y está bien. Porque el cristianismo va adoptando el rostro donde esté encarnado (…) Independiente de cual sea su rostro, si somos fieles a la médula de todo esto, que es el Evangelio de Jesús, está bien. Eso es lo que hay que revisar, no que si Piñera habla de Dios cada cinco minutos, sino que si en sus actos, en su práctica, en su manera de vivir, se condice con el mensaje cristiano. Si no es así, el discurso puede ser cualquiera”.
Achondo recalcó que se siente “lejos del catolicismo que practica Piñera” porque “por el poder económico. Escribí una columna sobre si se puede ser católico y millonario. Y mi respuesta es que no se puede ser millonario y católico en un contexto en que mi vecino, mi hermano, es marginado y muere culturalmente, y se transforma en un aborto social como dijo Percival, porque no puede estudiar, no tiene ninguna aspiración ni ninguna posibilidad”.
El religoso manifestó que le parecía extraño que la gente pobre vote por Piñera, “pero la primera incógnita es cómo con todo lo que le aparece, que las platas acá, que el banco de Talca allá, y cuánta cosa más, como que igual, no solo los pobres, sino que todos sigan votando por él. No me explico cómo la gente sigue votando por Piñera”.