Chile como destino de internacionalización para la Educación Superior Técnico Profesional
La llegada de alumnos extranjeros no sólo implica el posicionamiento del país como actor relevante en el área, sino que conlleva una serie de beneficios para los estudiantes locales.
La movilidad estudiantil en la educación superior -es decir, cursar semestres en el extranjero- permite a los alumnos una mejor inserción en un mundo cada vez más globalizado, donde Chile aparece como un destino atractivo para extranjeros que quieren perfeccionarse en distintas áreas, sobre todo en lo que se refiere a la formación técnico-profesional.
Learn Chile -consorcio nacido en 2013 y que reúne a 21 instituciones de educación superior- destaca que nuestro país cuenta con planteles de calidad y una amplia oferta de carreras de pregrado, maestrías y doctorados de alto nivel y buena acreditación, lo que se suma a condiciones de conectividad, ambiente social, desarrollo político y económico. De hecho, el número de estudiantes extranjeros que hoy cursa estudios en Chile alcanza a los 28.000, con un crecimiento de 10% anual, de manera sostenida.
Marcos Avilez, director de Learn Chile, aclara que la llegada de alumnos de otros países también es beneficioso para los estudiantes locales, ya que “la presencia de los estudiantes extranjeros enriquece culturalmente a los entornos en los que se desenvuelven”. Rodrigo Núñez, director de Relaciones Internacionales de Duoc UC, agrega que la “internacionalización en casa” permite al alumno desarrollar las competencias para adaptarse y desenvolverse con éxito en contextos y comunidades diversos, además de interpretar hechos y productos culturales distintos a los propios.
“Son varias las acciones y actividades que apuntan a crear este ambiente global. Uno de ellos es el fomento de la movilidad entrante (o incoming); es decir, alumnos extranjeros que vienen de intercambio”, cuenta Núñez, destacando que en el caso de Duoc UC, en poco más de dos años, se ha cuadruplicado la cifra de movilidad, pasando de 28 a más de 100 alumnos extranjeros.
“Un estudiante extranjero ayuda a internacionalizar el aula generando un ambiente globalizado, ya sea por su idioma, sus costumbres, sus métodos de aprendizaje y estudio, impactando no solo a estudiantes sino también a docentes y la comunidad en general”, explica.
En esa línea, Avilez explica que, gracias a la “internacionalización en casa” los estudiantes chilenos conocen y comprenden mejor, a través de sus compañeros extranjeros, los atributos culturales y la forma de trabajo académico que desarrollan sus pares en otros países. “Su presencia anima un espacio de conocimiento donde se intercambian puntos de vista, experiencias vitales y conocimientos acunados en diferentes latitudes y bajo formatos diversos. Es una diversidad que se valora”, indica.
Pero el ingreso de alumnos extranjeros conlleva un desafío importante: el de la integración. “Estudiar en otro país implica abandonar la zona de confort e integrarse a una sociedad y una cultura distinta. Este desafío es complejo, y lo es más cuando se trata de un contexto de estudios superiores. Pero el componente académico no es el único relevante o desafiante. Los aspectos migratorios, el buscar donde vivir, acostumbrarse a un sistema distinto, en el transporte, la alimentación, las costumbres, suele resultar exigente”, cuenta el directivo de Learn Chile.
Por eso, Duoc UC creó un programa de acompañamiento denominado D.E.N (Duoc Exchange Network), donde un grupo de estudiantes asisten y acompañen a quienes vienen de intercambio, ayudándolos en sus actividades académicas y administrativas, tanto dentro de la institución, como fuera del aula.
Actualmente, la casa de estudios tiene alumnos de Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, USA, España, Portugal, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Suiza, China, Corea, y Finlandia. “Cada uno de ellos nos comparte y nos entrega su cultura y su idioma permitiéndonos así ser mejores personas al conocer, comprender y aceptar que hay un mundo amplio y diferente al nuestro. Con el fenómeno migratorio de este siglo, y particularmente en Chile, esta comprensión y aceptación contribuye a formar personas que sean un real aporte a la sociedad”, concluye Núñez.