Espacio Público le recuerda a Zaldívar que el mismo Senado aprobó ampliar interceptación telefónica
Mauricio Duce asegura que el año pasado "se reconoció la utilidad de ampliar esta medida" pero que existe "un cambio radical de sensibilidad en poco más de un año". "Esperemos que esto sea una buena lección", explica.
“Pareciera existir un cambio radical de sensibilidad en poco más de un año“, afirmó el presidente ejecutivo de Espacio Público, Mauricio Duce, en una columna publicada en La Tercera, respecto de la molestia -y posterior anuncio de querella- del senado DC Andrés Zaldívar por la investigación que lo involucra que incluyó una interceptación telefónica.
El parlamentario está en el ojo de la Fiscalía por un supuesto tráfico de inmigrantes chinos, al hacer gestiones ante las autoridades tras una petición de un empresario, y por cohecho, al haber detectado eventuales peticiones del senador para la elección de un cargo.
Duce explica que “se trata de una medida de investigación extraordinariamente intrusiva y afectadora de derechos individuales. Es por eso que el Código Procesal Penal la reservó para casos graves en que los hechos investigados tuvieran pena de crimen y previa autorización de un juez de garantía en situaciones muy específicas (cuando existieren fundadas sospechas basadas en hechos determinados de que hubiere participado en el delito)”.
“En este contexto, parece legítimo discutir si en la práctica cotidiana se evalúa con rigor la procedencia de estas medidas”, dice el experto, agregando que “lo que resulta más difícil de comprender es que a mediados del año pasado el mismo Senado aprobara la ley 20.931 (agenda corta antidelincuencia) que introdujo una nueva regla al CPP (artículo 226 bis) a través de la cual se amplió de manera significativa la posibilidad de interceptar comunicaciones telefónicas a personas investigadas por un conjunto de delitos que no tienen asignada pena de crimen (de menor gravedad, en consecuencia)”.
Finalmente, el líder de Espacio Público afirma que “en esa ocasión las preocupaciones actuales no se consideraron relevantes y, más bien, se reconoció la utilidad de ampliar esta medida a ciertos delitos de difícil esclarecimiento. Pareciera existir un cambio radical de sensibilidad en poco más de un año. Esperemos que esto sea una buena lección acerca de la necesidad de legislar con extremo cuidado materias tan sensibles como y, en todo caso, de analizar los temas con un poco más de consistencia en el tiempo”.
