Mario Waissbluth: “Estamos en época de ofertones, el más grave sería condonar todas las deudas CAE”
"Habría que preguntarle a los habitantes de los barrios más pobres, que conviven con traficantes y hacen colas en consultorios", explica el fundador de Educación 2020.
Estamos en la recta final de la campaña electoral y los candidatos de Chile Vamos, Sebastián Piñera, y de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, han iniciado una ofensiva en sus propuestas programáticas, siendo una de los temas más importantes las promesas en educación.
En su programa, Piñera asegura que avanzará en la gratuidad universal en educación parvularia, a través de una subvención regular y preferencial que permita a todas las familias elegir un jardín infantil para sus hijos, a partir de los 2 años de edad. Luego de este anuncio, la subsecretaria de Educación Parvularia, Isabel Díaz, a través de su cuenta de Twitter aseguró que “ya es gratuita la Educación Parvularia. Hoy más de 4000 jardines infantiles públicos son gratuitos, no lucran, ni tienen copago”.
Más allá de anuncios y emplazamientos, para Mario Waissbluth, el académico de la Universidad de Chile y fundador de Educación 2020, concuerda que “no existe una etapa educativa más vital para combatir la segregación social y también la étnica y la de discapacidades, que la parvularia”.
“Es en esa edad en que chicos diferentes aprenden verdaderamente a aceptarse y ser amigos. Más adelante es muy difícil, y la descohesión social aumenta y aumenta. Por ende, sea que la impartan entes públicos o privados, es esencial que sean gratuitos, sin copago y sin selección. Esto se da hoy así en las salas cuna y jardines públicos, pero no queda claro de la propuesta de Piñera si pretende que tengan copago y selección, o no. De ser así, sería un retroceso fatal“, explicó en entrevista con El Dínamo.
Pero la gratuidad no sólo ha sido tema en la primera infancia, sino que también en la educación superior.
Luego de que Manuel José Ossandón se uniera a la campaña de Piñera, el candidato de Chile Vamos anunció que en un eventual gobierno, impulsaría la gratuidad en la educación técnico profesional al 90% de los estudiantes más vulnerables. Por su parte, Guillier continuará con este modelo, el que en 2018 aumentará el beneficio al 60% de los estudiantes más vulnerables de universidades, institutos profesionales y centros de formación técnicas adscritas.
A esto hay que sumar el último anuncio del candidato de la Fuerza de la Mayoría, que se comprometió en condonar al Crédito con Aval del Estado (CAE) al 40% más vulnerable.
Para Waissbluth, “hay una cuestión previa a la cual muchos le sacan el bulto. ¿Es deseable que haya educación superior gratuita? Obvio. ¿Es más o menos deseable que se le condonen las deudas hipotecarias a los más pobres, o que se aumenten las pensiones mínimas? No lo sé. ¿Es más o menos deseable que dedicar US$ 300 millones anuales a la infancia vulnerada, y US$ 300 millones anuales a aumentar la cobertura, calidad y flexibilidad de la educación parvularia, formando las 18 mil educadoras que faltan? Ahí sí que no tengo duda“.
“En suma, estamos en época de ofertones, de los cuales el más grave sería condonar todas las deudas del CAE, por US$ 8.000 millones, para egresados o desertados que son mayoritariamente de clase media y no baja. ¿Sería bueno? Obvio. Pero ¿a cambio de qué? Habría que preguntarle la opinión a los habitantes de los barrios más pobres de Chile, que conviven con los traficantes, la delincuencia, que no tienen cómo parar la olla a fin de mes y que hacen colas eternas en los consultorios y hospitales. Tenemos una lista de espera de 1.6 millones de pacientes en consultas de especialidad“, agrega.
“Cuando estos temas estén resueltos, yo feliz de hablar de gratuidad en educación superior. ¿Esta es un ‘derecho social’? Sí, obvio. Pero creo que hay un orden de prelación, pues todas las necesidades que he listado anteriormente son derechos sociales aún más primarios, muchas veces de vida, muerte o miseria humana“, concluye el experto.