Aylwin, Tironi, Pérez: la carta de renuncia de 31 militantes de la Democracia Cristiana
Los firmantes critican que además hoy ven con "preocupación" que la DC "se apresta a reanudar una alianza, no sólo con el PC, sino también con el Frente Amplio".
Luego de que este miércoles varias figuras de la Democracia Cristiana entregaran sus defensas al Tribunal Supremo por la solicitud de expulsión, hoy finalmente 31 militantes presentaron su renuncia al partido, incluyendo a figuras históricas como la ex ministra Mariana Aylwin, Clemente Pérez, Delia Del Gatto y Ernesto Tironi.
“La Democracia Cristiana ha tomado un rumbo que -a nuestro juicio- se aleja de una visión propia de la sociedad, desdibujando su identidad”, afirman en una carta de tres páginas enviada al secretario general del partido, Gonzalo Duarte.
El grupo llamado Progresismo con Progreso apunta a que la Nueva Mayoría “dejó de ser una alianza de centro izquierda, al estar bajo una clara hegemonía de una izquierda refundacional, renegando del patrimonio de la transición y los gobiernos de la Concertación y abandonando a un vasto sector de la sociedad que no se sintió interpretado por el espíritu rupturista y de confrontación que la caracterizó”.
“El resultado no fue una refundación, sino que una derrota electoral frente a una derecha que logró interpretar el centro político”, agregan, criticando cómo se abordó en el partido la candidatura presidencial y lo que implicó en resultados electorales para la falange.
En esa línea, los firmantes critican que además hoy ven con “preocupación” que la DC “se apresta a reanudar una alianza, no sólo con los partidos de la izquierda tradicional y el Partido Comunista, sino también con el Frente Amplio“.
“Creemos que si los fundadores del PDC estuvieran entre nosotros compartirían la misma impresión, verían con emoción como la organización que ellos fundaron jugó un rol primordial en conseguir el retorno a la democracia e impulsar un inédito proceso de ampliación de las libertades y oportunidades, mediante el crecimiento económico, la equidad social y la gobernabilidad política”, explican.
Finalmente, los militantes renunciados afirman que algunos de ellos han sido “objeto de una acusación basada en argumentos no aceptables en una agrupación democrática y, peor aún, su requerimiento ha sido acogido por el Tribunal Supremo y apoyado por la Directiva Nacional Subrogante, pese a no ser procedente de acuerdo a los estatutos”. “No queremos irnos expulsados, ni sancionados“, agregan.
“Queremos irnos con la frente en alto y pensando que, desde fuera, tal vez podamos aportar con mayor libertad a renovar los planteamientos de políticas basadas en el pensamiento del humanismo cristiano (…). Volver a ocupar el espacio político que la Democracia Cristiana hoy ha abandonado, aquel que interpreta a millones de chilenos que quieren cambios, pero defienden su dignidad y su esfuerzo, y no quieren poner en riesgo lo logrado con mucho trabajo”, concluyen.
El documento también es firmado por Álvaro Clarke, Ana Luz Durán, Carlos Correa, Ernesto Tironi, Felipe Del Río, Guillermo Le Fort, Hernán Garfias, Hugo Lavados, Manuel Inostroza, Miguel Patricio Aylwin O., Patricio Sesnich y Sergio Hernández, entre otros.
Ésta es la carta con que renunciaron: