Petrolera venezolana prohíbe a trabajadores interactuar en Twitter y Facebook

El 20 de febrero pasado, una circular llegó a todos los trabajadores de Petróleos de Venezuela con una nueva instrucción oficialista: “Queda terminante prohibido usar y seguir personas en las redes sociales (Twitter, Facebook o cualquier otra), salvo las únicas autorizadas por la Corporación como de carácter oficial”, texto firmado por el área jurídica de la empresa estatal.

El documento -al que tuvo acceso El Dínamo– autoriza a la Gerencia de Prevención y Control de Pérdidas a hacer “seguimiento y vigilancia a este lineamiento, que atenta gravemente contra la seguridad y estabilidad operación” de la petrolera. Al mismo tiempo, advierten sanciones disciplinarias y despidos, en la línea de situaciones similares que se han repetido a lo largo de otras reparticiones públicas en Venezuela.

Ante esto, el diputado opositor Luis Stefanelli -miembro de Voluntad Popular por el estado de Falcón- explica a El Dínamo que “hay mucho temor” y que con los funcionarios solo han podido tener “contactos en secreto” para conocer este tipo de denuncias, ante la persecución que se ha generado contra quienes han hecho o podrían hacer críticas contra la administración de Nicolás Maduro.

“Yo he tenido información de hechos parecidos en otras reparticiones. Ha habido intervención en todas las comunicaciones en Venezuela. El único canal que se transmite es el del Estado en todas las instalaciones públicas, está prohibido sintonizar algo que no sea el canal de Venezolana Televisión”, cuestiona el legislador de la Asamblea Nacional.

En ese sentido, Stefanelli recuerda el caso de un “trabajador venezolano que dijo que la estatal eléctrica Corpoelec, ante los eventos de racionalización, que el país se podía quedar sin electricidad por varios días o semanas. Bueno, a las 24 horas estaba preso”.

“Hoy dependemos mucho de la comunidad internacional, porque no solamente estamos enfrentando una dictadura, sino que a una manga de delincuentes mezclados con narcotráfico y terrorismo internacional, mandando en el poder del Estado. Esto es mucho más grave que cualquier dictadura que hayamos conocido de derecha que haya existido aquí en Latinoamérica“, concluye.