Veinte verdades para destruir los discursos contra la inmigración haitiana que circulan en redes sociales
Militante de Evópoli se valió de Twitter para desmitificar hechos como "pactos ONU-Bachelet", pagos de "300 dólares" a la Presidenta, una "invasión de haitianos" e incluso, que todos los haitianos que llegan a Chile son analfabetos.
Fuertes críticas a la inmigración fueron las que escuchamos y leímos durante esta semana a raíz de, por ejemplo, un video que comenzó a circular en redes sociales, el que dejaba en evidencia la llegada de un numeroso grupo de inmigrantes haitianos a nuestro país.
Bajo este contexto, Arturo Subercaseaux, militante de Evópoli y columnista, se valió de su cuenta de Twitter para dejar en evidencia algunos mitos sobre la Ley de Migraciones de nuestro país y el fenómeno migratorio que se vive actualmente.
En él, desmintió teorías como “pactos ONU-Bachelet”, pagos de “300 dólares” a la Presidenta, una “invasión de haitianos” e incluso, que todos los haitianos que llegan a Chile son analfabetos.
- Nuestra Ley de Migraciones es la más antigua de América Latina, de 1975. Fue creada en un contexto en que no eramos más que otra arquetípica dictadura latinoamericana, de escaso interés turístico o migratorio.
- Haitianos (ni migrantes de casi ningún país) requieren visa de turista. Prácticamente sólo países africanos y asiáticos la requieren. En América, sólo Cuba, Domínica, Guyana.
- Ingreso como turista sólo requiere exhibir pasaporte y se exime de visación consular. No existe ningún “mercado de visas de turismo”, porque para Haití no se exige.
- La Ley Migratoria permite que una persona ingrese legalmente como turista, por un plazo de 90 días, y que durante su estadía cambiar a visa de “residente sujeto a contrato (de trabajo)”. Es perfectamente legal bajo la ley vigente.
- Los migrantes “irregulares”, en estricto rigor, son sólo quienes ingresan clandestinamente y quienes sobreextienden sus estadías. ¿Qué consecuencias tiene sobreextender la estadía? Multa (1-20 sueldos mínimos), y excepcionalmente abandono del país.
- En 2016-17, ingresaron a Chile 153 mil haitianos. Mismo período, más de 250 mil venezolanos. Si existiera “invasión”, sería de los segundos, no los primeros.
- Si se prueba trata de personas o explotación laboral, haitianos son VÍCTIMAS, no delincuentes.
- ¿Que migrantes aumentan gasto público? Pues claro, USD $207 millones según DIPRES. Pero quedarse ahí no basta: en 2017 pagaron USD $490 millones en impuesto a la renta y, asumiendo 2,9% de población migrante e iguales patrones de consumo, USD $913 millones en IVA.
- Migrantes pobres o clase media contribuyen al Fisco bajo las mismas reglas que un chileno pobre o clase media: sólo IVA. ¿Por qué deberían tener menos derechos si contribuyen como todos?
- Ni nuestra Constitución ni nuestras leyes discriminan, en principio, según nacionalidad. Se reconocen en Chile DDHH a toda persona en territorio nacional, sean chilenos, extranjeros, incluso en situación irregular.
- ¿Que no hemos tenido movimientos migratorios tan importantes antes? Existe una comunidad muy arraigada de más de 130 mil peruanos (y sus hijos ahora chilenos) que llegaron post-Fujimori. Esos que dinamizaron el mercado de servicios por una década entera.
- Migrantes pobres en su gran mayoría ocupan puestos de trabajo que chilenos ya no estaban dispuestos a realizar, o no a valores rentables para los empleadores. Particularmente en los sectores agrícola, construcción y servicios (estudio Clapes UC).
- Haití efectivamente tiene altas tasas de analfabetismo y solvencia económica. Sin embargo, extenderlo lisa y llanamente a todos los migrantes haitianos es falaz. Según Asociación Profesional de Haitianos, 30% de migrantes tienen títulos profesionales. ¿Chileno promedio? 41%.
- Fenómeno migratorio Haití-Chile es, ante todo, un desplazamiento de jóvenes profesionales o con educación media completa. Haitianos pobres migran predominantemente hacia República Dominicana.
- Éxodo haitiano no es un fenómeno nuevo, sólo que el destino cambió. Post-terremoto de 2010, haitianos migraron en cientos de miles hacia Brasil. Sobrevino la crisis brasileña de 2014 y Brasil dejó de ser opción. Migración hacia Chile comenzó en 2015.
- Salvo prueba en contrario, inexistente hasta ahora, ideas del tipo “pacto secreto Bachelet-ONU para importar haitianos a USD $3000 per capita” o “exilio de haitianos para mina de oro de Soros-Clinton” deben tratarse sólo como extravagantes conspiranoias.
- ¿Pueden existir irregularidades? Por cierto. Tesis propia: puede haber empresas haitianas vendiendo “pasajes a una nueva vida”, prometiendo alojamiento y trabajo al llegar, siendo falso. Investigar es justo y necesario, pero culpa sería del inescrupuloso no del migrante.
- Y, como corresponde no más, el gobierno presentó querella contra quienes resulten responsables por irregularidades en ingresos y salidas de haitianos por LAW.
- Para cerrar, nuestro TC (sentencia rol N° 2273-2013 reconoció expresamente que “toda persona tiene el d° a emigrar de su país” y que “el deber estatal de recibir es una cuestión sometida al derecho interno de cada Estado, pero cumpliendo las obligaciones propias del D° Intl”.