Las reflexiones de actriz de Perdona Nuestros Pecados por relación lésbica de “Mechita” y su recado a Chile Vamos

Soledad Cruz debutó el 2014 en las teleseries con un personaje secundario en el El Amor Lo Manejo Yo, de TVN, pero gracias a su rol de Mercedes Möller en Perdona Nuestros Pecados marcó presencia mediática por el vuelco que tuvo su personaje durante la primera temporada, cuando inició una relación amorosa con Bárbara (María José Bello).

En entrevista con El Dínamo, Soledad abordó cómo ha sido recibido su personaje y cómo ha influido esta historia de amor en muchas jóvenes. Junto con eso, entregó su postura respecto a temas como matrimonio igualitario y aborto, aprovechando también de enviar un claro mensaje a Chile Vamos.

– ¿Cómo recibes los comentarios que se han generado en redes sociales con la relación entre Mercedes y Bárbara? ¿Esperabas que fuera así?

– Los recibo con mucho orgullo por estar representando una historia que tiene repercusión en tanta gente. La verdad es que nunca nos imaginamos el impacto a nivel mediático, tantas gente agradecida por la historia que estamos construyendo. Ha abierto mentes de familias, padres, madres, ha hecho que muchas niñas hayan decidido contar que son gays y eso es un aporte a nuestra cultura y a nuestra sociedad. Es impagable, me siento orgullosa. Hay algunas personas que no están de acuerdo con las relaciones homosexuales, pero considero que eso es completamente del pasado y esas personas no tienen cabida en el mundo actual, así que tampoco me llega de manera personal.

– ¿Crees que el impacto que ha tenido la historia de ustedes refleja la necesidad de mostrar estos temas en TV?

– Creo que es una sorpresa que haga tanta falta, eso me sorprende mucho. Pensé que estábamos avanzados en ese ámbito y la verdad es que no. Se necesitaba a gritos mostrar públicamente, porque hay que entender que la teleserie es un medio público muy popular que llega a la casa de muchos chilenos, entonces se hacía necesario que eso se planteara como una historia de ficción y, al mismo tiempo, como un trabajo artístico. Pero no había llegado a la casa de las personas una historia homosexual tratada tan delicadamente y que ha marcado la diferencia con otras que se habían visto anteriormente. En esta pasa algo diferente, es una historia de amor profundo. Nos dimos cuenta que hacía falta discutirlo, verlo.

– ¿Cómo preparaste el personaje, tomando en cuenta que este vuelco vino a mitad de la historia?

– Con María José hemos estudiado mucho sobre el tema, hemos leído un montón (…) nos hemos juntado con muchas amigas lesbianas que nos han dado muchos tips de cómo se vive en una relación homosexual, porque yo no soy gay y María José tampoco. Desde ese lugar hemos tenido que investigar harto, ver referencias, muchas películas y sobre todo también de las historias cercanas. Cada una tiene a mucha gente muy cercana que vive un conflicto similiar.

– Además, actualmente vivimos en un contexto en el que tenemos un proyecto de matrimonio igualitario en el Congreso. ¿Cuál es tu postura respecto a este tema?

– Vamos con todo. Creo que hay que evolucionar ahora ya, es necesario, es vital, la igualdad es para todos, el amor es libre y también las decisiones de cada uno como persona al momento de abortar, por ejemplo, en el caso de la mujer. Apoyo todas las causas.

– ¿Cómo ves la postura que han tomado parlamentarios de derecha, principalmente, respecto a este tema?

– Es cosa de que vean cuál es la realidad. No están viendo la realidad del país que es que somos un país dividido, 50% de izquierda y 50% de derecha, y lo mismo pasa con las relaciones humanas, solo que el que no se hagan públicas o que no se muestren en la calle no significa que no existan.

– Mencionabas que muchas mujeres se habían aventurado a salir del clóset gracias a lo que ocurre con Mercedes y Bárbara, ¿qué les dirías a aquellas que aún no se atreven?

– En general, cuando nos llegan mensajes así, que son muchos sobre cómo contarle a los padres… cada persona vive una situación familiar en su entorno muy distinta a otra. Generalmente eso pasa por el miedo a los padres, al rechazo. Pero ahí, lo que hay que cambiar es a los padres, a las mentes a las que hay que llegar para que empaticen con esta historia es la de los padres. Yo apunto más a ese lugar, porque el que una joven se atreva tiene que ver con cómo percibe que va a ser recibido eso. El mensaje es para los padres más que para las jóvenes.