Aprendizaje Colaborativo Basado en Desafíos: el innovador sistema que llegó a Chile para revolucionar la educación Técnico Profesional
La metodología impulsada en el País Vasco ya se está aplicando en Chile, y representa varios desafíos para la institución y profesores que adoptan el modelo.
Un innovador sistema español en el ámbito de la educación llegó a Chile en 2016. Dos años más tarde, tras un seguimiento del trabajo realizado con alumnos nacionales, hoy se sacan las primeras conclusiones. Se trata del Modelo de Aprendizaje Colaborativo Basado en Desafíos, impulsado por TKNIKA, un centro dependiente de la Viceconsejería de formación profesional del “Departamento de Educación, Política, Lingüística y Cultural del País Vasco”, y que actualmente se está implementando en Duoc UC, primera institución en adoptar este modelo en el país.
Agustín Agirre, director de TKNIKA, conversó con El Dínamo y relató cómo funciona esta metodología y qué problemas vieron para poder hacer cambios en el paradigma educacional, primero en el País Vasco.
“Esto nace de las necesidades de las empresas y las organizaciones. Los procesos de producción no son los mismos que hace 30 años. El nivel técnico era aceptable, pero faltaban otro tipo de competencias que tienen que ver con el trabajo en equipo, la creatividad o la autonomía”, explica Agirre.
El modelo se desarrolló a modo de experiencia piloto en el curso 2013/2014 en 5 centros de formación profesional del País Vasco. Participaron en esta experiencia 100 alumnos y 25 docentes de 5 diferentes programas formativos.
El planteamiento está estructurado partiendo tanto de las competencias técnicas y específicas de cada programa, como de aquellas competencias transversales como la autonomía en el aprendizaje y trabajo en equipo, Los desafíos son planteados a una clase configurada en equipos, donde los mismos alumnos tienen que generar el conocimiento necesario para aportar con las mejores soluciones, reinterpretando la mecánica del aprendizaje entendido como un proceso de evolución, donde el alumno y su equipo es responsable del mismo.
En esa línea, el desafío fue equiparar los conocimientos técnicos con las habilidades sociales con un cambio de rol “donde el alumno es protagonista de su aprendizaje y el profesor es responsable de generar esos espacios”.
Agrega: “teníamos que cambiar los talleres en las aulas para que el protagonista del aprendizaje fuera el alumno y no el profesor enseñando. Entonces, vimos que todo se tenía que trabajar desde metodologías activas-colaborativas. Por ejemplo, hay cuestiones tan sencillas como que el trabajo en equipo se aprende en la práctica”.
En ese sentido, el directivo reconoce que este método va cambiando constantemente según su aplicación en distintos países, instituciones y carreras, además de los profesores. “Aprender una nueva forma de trabajar cuesta mucho (…) como profesores tenemos que aprender a adaptarnos”, explica.
Esta visión es compartida por Carmen Gloria López, Vicerrectora de Duoc UC, quien relata que la implementación del sistema comenzó en la carrera de Diseño Web de la Escuela de Diseño y que en 2019 se extenderá a otras dos carreras. “Hay que capacitar a los profesores y eso toma más tiempo”.
“Los alumnos están muchos más motivados. A ellos no les gusta estar sentados y son los primeros que la adoptan. Les gusta ingeniárselas. Cuesta más con los profesores, a ellos les puede generar un poco más de estrés porque ya no tienen que dictar la clase, sino que hacer preguntas y guiar a los estudiantes en las respuestas”, explica.
En ese sentido, Agirre aclara que aquí “no hay recetas”, sino que en sí mismo es un sistema colaborativo: “la aplicación y el diseño lo tiene que hacer cada país. Nosotros colaboramos con nuestra experiencia, hacer un marco y que sean las personas con las que estamos colaborando porque ellos saben de la idiosincrasia del lugar donde se está aplicando”. López agrega que “hay que hacer una adaptación cultural de la metodología, pero las bases son las mismas: se debe trabajar en equipo”.
Sobre la experiencia de Duoc, la Vicerrectora Académica recalca que “tenemos a estudiantes mucho más participativos. Mejoraron en aspectos como la redacción, la forma de expresar sus ideas, y en eso hemos visto que hay cambios rápidos”, así como en otras habilidades sociales que los preparan para el mundo del trabajo.