La peor hora de Fernando Villegas: dan a conocer denuncias de acoso y maltrato laboral
Un reportaje dio cuenta de diversos episodios que vivieron periodistas, maquilladoras y productoras con el ex panelista de Tolerancia Cero.
Una complicada situación es la que enfrenta Fernando Villegas a inicio de esta semana. Esto, luego de que a través de un reportaje publicado por The Clinic, un grupo de trabajadoras lo denunciaron por acoso y maltrato laboral.
Según cuenta una maquilladora que trabaja actualmente en CHV, al momento de que decidieron cambiar Tolerancia Cero al canal CNN, se realizó una indagatoria sobre este tipo de conductas.
“Me citaron y me preguntaron si a mí me incomodaba su comportamiento. Yo dije que no, porque soy parada en la hilacha y la primera vez que me miró el trasero y me dijo una grosería, le paré los carros. Pero sé de otras compañeras, especialmente las que solo venían los fines de semana, que le tenían miedo y me pedían a mí que lo maquillara. Nadie lo acusaba porque una piensa para adentro: quién me va a hacer caso, el hilo se corta siempre por lo más delgado y cosas así. Lo que sé es que después de esa investigación, no le renovaron el contrato“, contó.
Quien alzó la voz respecto a conductas impropias del panelista del programa de debate político, fue la maquilladora Piri Riveros, dando cuenta de un episodio ocurrido en 2008.
En ese entonces, sintió “una mirada muy inquisidora. Como había un ventanal de cristal detrás de nosotros, podía ver quién entraba y salía al área de maquillaje, peluquería y vestuario. Miro por el reflejo y me doy cuenta de que viene un caballero muy alto, que ya me está mirando el trasero sin disimulo. Era Fernando Villegas”.
“Me dijo que parecía geisha por mis ojos rasgados, y preguntó si acaso yo sabía a lo que se dedicaban las geishas. Al final terminé y al pararse me quedó mirando, y me dijo: ‘Mmm, tenís buen culo, ah’, y se fue. En la semana pensaba que venía el turno del domingo y era terrible, porque tenía que estar sola con Fernando Villegas. En los restantes programas siempre lo escuché referirse a mujeres por el poto o las tetas. Fue horrible“, precisó.
Ante lo ocurrido, acudió a Jaime de Aguirre y Pablo Morales, ejecutivos de CHV en ese tiempo. “Se les dijo personalmente que nos incomodaba que Fernando se refiriera a compañeras de la forma en que lo hacía, o que hablara de cosas sexuales mientras lo maquillábamos. Ellos le bajaron el perfil a la situación, lo interpretaron como que Villegas era un hombre fresco no más”, recordó.
Junto a este relato, se sumó el de una periodista del canal, quien expresó que “lo primero que hacía era mirarte desde lejos de arriba a abajo, como si te estuviera sacando la ropa. En dos ocasiones, me crucé con él en el pasillo y me sacó la lengua como si me la estuviera pasando por alguna parte. Y otra vez, se me acercó y me dijo al oído una cochinada tan grande que me dejó helada. Esa vez lo mandé a la mierda. Le dije: ¡Déjate de huevearme, conchetumadre!“.
“Un lugar de trabajo debe ser un lugar seguro y Villegas me hizo perder ese sentido de seguridad que tenía hasta entonces. Una vez me acompañó mi pareja a una reunión a la que tuve que asistir y en la que estaría Villegas. Me dijo: ‘Voy a estar aquí afuera. Cualquier cosa que te haga este huevón me avisas y yo entro a sacarle la chucha’. Así de vulnerable me sentía”, agregó.
El reportaje, además, da cuenta que el programas Las Vueltas de la Vida, donde Villegas viajaba por Chile entrevistando a personajes con historias extraordinarias y que tuvo dos períodos: 1997-1998 y 2003-2004, finalizó por dos denunicas de maltrato laboral.
Un ex directivo del programa, aseguró que estas “fueron denuncias de maltrato laboral en su contra, por parte de dos productoras, las que determinaron que la estación dejara de hacer el programa”.
Una de las productoras que presentó una de las denuncias, aseveró que “era insoportable trabajar con él. Un maltratador, mal educado, que le decía groserías al equipo y a los entrevistados. Un desubicado total” y agregó que “nos daba abrazos asquerosos, mientras nos decía palabras de connotación sexual. Nunca una clara propuesta, pero claramente pasado en un cien por ciento de la raya”.