Alex Anwandter: “Lo femenino sigue siendo considerado inferior en el mundo gay”
El cantante estrenó un nuevo single y está próximo a lanzar el disco, titulado Latinoamericana. "El disco es un ejercicio que hice de imaginar música que no se desarrolló por las dictaduras latinoamericanas y reconectar conexiones que se perdieron", dice.
En “Locura”, Alex Anwandter toca una tecla sensible para la contingencia: en el mundo están pasando cosas curiosas, impactantes, polémicas, y se pregunta qué hace uno como individuo al respecto. En su nuevo single, el músico chileno advierte “los gestos absurdos del poder actual”, que van desde la conducción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos hasta la propuesta del Gobierno de Piñera de crear un Museo de la Democracia.
Radicado la mitad del año en Los Ángeles, Anwandter ha seguido de cerca el acontecer nacional, y en especial la irrupción de la nueva ola feminista. En entrevista con El Dínamo, dice que ve con optimismo los cambios que puede traer consigo las demandas del movimiento para efectos de hacer retroceder el machismo, el cual también permea a las minorías sexuales: “Lo femenino sigue siendo considerado inferior en el mundo gay. Hay todo un submundo gay que celebra lo ultra masculino e intenta verse de ese modo”, dice.
Precisamente el género es uno de los temas que se tocan en su nuevo disco titulado “Latinoamericana”, que será lanzado el 18 de noviembre en el Teatro Universidad de Concepción y el 22 de noviembre en el Teatro Caupolicán en Santiago. En él, también explora la identidad de la región. Ambos conceptos analizados, según señala, “en un contexto de ola regresiva, reaccionaria y conservadora que se está dando en el mundo”.
-“¿Cómo puedes vivir contigo mismo?” fue seleccionada por la Rolling Stone como una de las 50 mejores canciones de pop latino de la historia. ¿Cómo recibes esa calificación?
-Es un reconocimiento en algo positivo. Creo que también habla un poco del alcance que tiene la música chilena ahora versus antes. Me da la sensación que mi generación se mueve más en una esfera de pop internacional independiente versus pop masivo latino, y por eso llega a un medio como Rolling Stone.
-¿Cuáles son los temas que cruzan al nuevo disco?
-La verdad es que no hago discos con una lista de temas que tocar, de temáticas sociales como check list. Pero si lo tuviera que resumir diría que es una exploración de género y de identidad latinoamericana en un contexto de ola regresiva, reaccionaria y conservadora que se está dando en el mundo.
-Las letras de tus canciones son en general muy políticas, contestatarias. ¿De dónde nace esa postura?
-Nace influenciada por Chile en verdad, por mi contexto. Siento que desde cierta generación en adelante, no la mía, desde más joven, se recuperó una visión. No diría que politizada, pero más consciente en la manera cómo vivimos, quién decidió cómo vivimos. Yo me sentía muy adherido a esa visión, a esa manera de ver nuestra sociedad y en algún minuto la brecha entre lo que yo cantaba y a lo que yo adhería se me hizo muy grande y por eso empecé a acercarla. Así empezaron a aparecer estas temáticas más políticas en mi música, cada vez más progresivamente.
-En “Locura”, dices que “el mundo se va a la mierda”. ¿En qué lo notas?
-En los gestos absurdos del poder actual. Desde tener un ex concursante de reality como presidente en la máxima potencia de Occidente, con un dedo encima de un botón rojo, hasta lo del Museo de la Democracia. Para mí es una especie de locura, pero que al mismo tiempo se transforma en hegemonía, o más que hegemonía, en lo que está en el poder. Uno al cuestionarse eso se transforma en el loco, porque esa es la realidad.
-¿Cómo haz observado la contingencia chilena, viviendo en el extranjero?
-No vivir acá me ayuda a darme cuenta que no son fenómenos exclusivamente chilenos. Está Trump, está Macri. Y acá el movimiento feminista que convoca a una marcha y apuñalan a tres niñas. En Argentina es frenado en el Congreso con discursos ultra retrógrados o ignorantes en el sentido literal, como la señora que dijo ‘no leí el proyecto, pero voté en contra’. Veo que no estamos solos en ese sentido. Es una lucha global.
-La irrupción de la nueva ola feminista en Chile se tomó la agenda. ¿Sientes optimismo al pensar que este movimiento puede generar cambios, que pueda hacer retroceder al patriarcado?
-Cualquier avance es positivo, obviamente, pero al mismo tiempo me cuesta hablar de avance cuando pasa algo como a las niñas que apuñalan, esta reacción súper violenta. Me cuesta ser positivo ante eso. No sé si es mi lugar decir si van bien o mal las cosas.
-¿De qué manera el machismo permea en las minorías sexuales?
-Lo femenino sigue siendo considerado inferior en el mundo gay. Hay todo un submundo gay que celebra lo ultra masculino e intenta verse de ese modo. La homofobia también está internalizada, la “superioridad” de los hombres gays por sobre las mujeres gays a nivel de presencia, de visibilidad. Se reproducen las mismas dinámicas del mundo heterosexual en el mundo gay.
-¿Qué piensas de que ahora todos adhieran al feminismo, que desde la UDI hasta el PS hayan afirmado ser partidos feministas, que Piñera se proclamado como tal?
-Obviamente que la UDI diga que es feminista es algo súper absurdo y ridículo, contradictorio con el resto de su discurso y acciones. Supongo que habla de lo harto que se ha expandido el movimiento y cómo a nivel de discurso puede que esté cambiando llamarse a uno mismo ser feminista o no. Ahora, lo que importa no es el discurso sino las acciones.
-Tu disco se llama Latinoamericana. ¿Qué te interesa recoger con esa palabra?
-Más que nada, una unidad musical. El disco es un ejercicio que hice de imaginar música que no se desarrolló por las dictaduras latinoamericanas y reconectar conexiones que se perdieron, sobre todo entre música Sudamericana. Entre Brasil y el resto había un diálogo musical antes. Yo crecí escuchando mucha música brasilera porque mi papá es brasilero. De hecho, crecí escuchando más música brasilera que chilena. Esos cantantes, Milton Nascimento, Chico Buarque, ello tenían cover de Vioeta Parra y hacían canciones en español, entonces había un diálogo, que era parte de la identidad latinoamericana. Son esas conexiones que en el disco se intentan explorar.