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Actualizado el 21 de Septiembre de 2018

De la convergencia del “ala izquierda” a las otras “almas”: cómo avanza el rearme del FA

El bloque se encuentra en un proceso de cambios que coincide con el debate respecto de la eventual salida de algunas de las organizaciones. Ninguna, en todo caso, afirma tener intenciones de retirarse.

Por Daniel Martí­nez G.
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Octubre será un mes clave para varios movimientos y partidos del Frente Amplio. Después de varias semanas de evaluación, coordinación con la bases y entre las distintas organizaciones, algunas de ellas comenzarán con las definiciones formales para una eventual convergencia que les permita transformarse legalmente en partido político. Esto, a fin de consolidar una mayor coordinación del conglomerado y -para algunos- enfrentar la hegemonía de Revolución Democrática.

Esto reduciría las orgánicas que actualmente son parte de la tercera fuerza del país: de catorce podrían quedar en torno a ocho. La principal convergencia que por estos días se está desarrollando es la del Movimiento Autonomistas -que se definirá en un congreso en la segunda semana de ese mes- con otras organizaciones de la llamada “ala izquierda” del bloque.

En ese proceso se encuentran Izquierda Autónoma (IA), Poder, Izquierda Libertaria (IL) y Nueva Democracia. Mismas definiciones tomarán movimientos como Movimiento Socialismo y Libertad (SOL).

Varias de las organizaciones ya han hecho sus propuestas de cómo podría darse este nuevo espacio, que van desde la formalidad de un partido, como hoy funciona RD, o una colectividad federada que permita a cada uno mantener sus propias identidades.

La idea, según explica la secretaria general de IA, Valentina Saavedra, es que una “convergencia con otras fuerzas que se reconocen de izquierda dentro y fuera del Frente Amplio permita que no estemos tan desperdigados, porque eso dificulta plantear una posición que permita hacer equilibrios y una sana alianza”.

Este proceso ocurre en medio de una polémica en las últimas semanas, donde -a través de la prensa y de manera anónima- varios líderes del bloque salieron a afirmar que algunos movimientos del Frente Amplio debieran dar un paso al costado, lo que generó molestia entre las organizaciones.

“Es una pelea un poco artificial, porque en la mesa no ha sido tema. Pero lo que hemos sabido por la prensa no lo inventan los periodistas o editores, sino que hay determinadas personas que les cuentan las cosas que piensan”, cuestiona Octavio González, presidente del Partido Humanista (PH). “Les gusta a muchos una política cómoda, sin debates, como una taza de leche y por eso unos poquitos levantan estos temas, que se dan más en el Congreso que en las bases”, agrega.

Postura parecida tiene Guillermo González, presidente de Igualdad. “SI RD tuviera algo que decir, que lo diga a la cara. Pero nosotros no le creemos a El Mercurio ni a la prensa tradicional. Sí creemos que el FA está muy parlamentarizado y lo que pase en el Congreso la verdad es que no tiene mucha fuerza en las bases”, afirma, asegurando que no está en duda su permanencia en el bloque y descarta que eventualmente puedan fusionarse con otra organización. “Nosotros representamos a los más pobres y la clase media ya tiene sus partidos”, dice.

Las “almas”

En la visión del Partido Pirata (PP), al interior del bloque hoy existen cuatro almas distintas: los socialdemócratas, como Revolución Democrática; los más liberales, identificados por el PL de Vlado Mirosevic; el “ala izquierda”, donde se encuentra el Partido Humanistas y el Movimiento Autonomista; y un cuarto grupo que tiene una visión diferente y poco tradicional, que encarnaría el PP.

“Con algunos grupos tenemos una mayor cercanía, como con el Partido Liberal, donde nos encontramos en materia de derechos humanos o internacional, pero no funcionamos con una lógica tradicional y eso haría difícil una convergencia. Nosotros sorteamos los cargos, tenemos un capitán y no estamos cómodos con la Constitución ilegítima que solo nos permite estar jugando a la democracia”, afirma Juan Ignacio Naudón, uno de sus voceros.

En ese contexto, la organización asegura que ingresaron al Frente Amplio porque “se trataba de un espacio diverso y no ocurría lo que ha estado pasando al intentar dejar de lado a algunos sectores. “Siempre habrá personas sin amplitud de criterios que no quieren discutir y que buscan hegemonizar, que quieren acallar a quienes meten mucho ruido”, insiste Naudón.

En esa línea, Soledad Ramírez, vocera de SOL, asegura que “hay un sector de Revolución Democrática, cercano a la Concertación, que nunca ha mostrado ningún tipo de cuidado ni esmero en el Frente Amplio, pero habría que ver si es que sin él tendrían la representación parlamentaria que hoy aprovechan para dividir al bloque. Creemos que se está cayendo en la imagen de nosotros que conviene al duopolio y por eso no es casualidad que la izquierda del FA esté trabajando en un proceso de convergencia para hacerle frente a esta falta de política”.

Desde Izquierda Autónoma, Saavedra apunta que “más allá de si alguien se va o no, lo importante es discutir temas más profundos. Si hay gente que se siente incómoda, claro que puede dar un paso al costado, pero lo importante es que tengamos una discusión de fondo sobre cuáles son nuestras propuestas, nuestro programa, definir la cultura orgánica y que ésta se respete, así como si llegamos a acuerdos, que estos no se rompan”. “Nadie puede estar definiendo quién se queda o quién se va”, enfatiza.

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