VIDEO | El cabezazo de Vidal en la goleada del Barcelona frente al Real Madrid
El chileno anotó el tanto que cerró el triunfo de 5 goles a 1 sobre el Real Madrid en el Camp Nou.
Jugó poco, pero Arturo Vidal vivió a lo grande el primer clásico español que le tocó jugar. El chileno anotó el tanto que cerró la goleada 5-1 de su Barcelona sobre el Real Madrid en el Camp Nou, en encuentro válido por la décima fecha de la liga española.
El elenco catalán salió a imponer su fútbol de toque sin apurarse y con especial atención a las contras merengues. No pasó mucho tiempo para que cayera el primero. Ivan Rakitic echó a correr a Jordi Alba, el lateral trepó por la banda izquierda y vio llegar a Coutinho, que definió a placer. Iban 10’.
Los de Ernesto Valverde mandaban con toda autoridad en mitad de cancha y mantenían su acecho al área visitante. Arthur hizo lucirse a Thibaut Courtois. La nerviosa defensa del tricampeón de la Champions League no resistiría mucho más. Raphael Varane tumbó a Luis Suárez en el área. El árbitro revisó el VAR y dio penal. Al charrúa no le tembló el pulso y anotó el segundo a los 29’.
El segundo tiempo arrancó con el descuento de Marcelo a los 50’. El tanto del lateral brasileño llenó de esperanza a los suyos, pero el Barca supo resistir y rematar la faena a la contra. Suárez anotó el tercero a los 75’ y el cuarto a los ’82. Valverde decidió enviar a la cancha a Vidal a los 84’ en reemplazo de Arthur. Y la goleada la coronaría el King. El formado en Colo Colo aprovechó una gran jugada de Dembelé por la izquierda para convertir de cabeza a los 87′.
La victoria le devolvió el liderado al Barcelona, aunque para Vidal tenía un sabor especial. El volante de la Roja tenía entre ceja y ceja a los merengues desde los polémicos partidos que jugó contra ellos mientras defendía la camiseta del Bayern Múnich.
El campeón de América es el tercer chileno en convertir en un derbi hispano. Antes lo habían hecho Iván Zamorano y Alexis Sánchez. No la ha pasado bien el ex Juventus en la Ciudad Condal. El gol puede ser el impulso que necesitaba para seguir en la difícil lucha por la titularidad.