Los objetos chilenos que se perdieron en el incendio del Museo Nacional de Brasil
Se trata de restos humanos que ilustraban las técnicas de momificación de pueblos originarios del norte del país.
Dentro de las 20 millones de piezas que albergaba el Museo Nacional de Río de Janeiro, Brasil, y que fue consumido por las llamas el domingo por la noche, se encontraban tres artículos que provenían de Chile.
Una era una momia atacameña que tenía 4 mil años de antigüedad, cuya procedencia era de una tumba ubicada en Chiu-Chiu, en el desierto de Atacama. Los restos humanos correspondían a un hombre de mediana edad sentado con la cabeza apoyada en las rodillas y cubierto por una capa de lana.
En esa época, los hombres eran sepultados en esta postura junto a sus pertenencias, y su capa coincidía con la que se llevaban en ese periodo debido a las bajas temperaturas de la zona.
Otro artículo antropológico que se cree que fue afectado por el incendio es la momia aymara de un hombre de 30 o 40 años de edad. El cuerpo se encontraba dentro de un cesto sentado con las rodillas junto al mentón y atado. Sólo su cabeza y la punta de los pies quedaba al descubierto.
Una tercera momia habría desaparecido: la de un niño, que fue donada por el Gobierno de Chile con el fin de ilustrar las técnicas de momificación artificial de los pueblos precolombinos. Sin embargo, no hay registro visual de dichos restos.
Si bien aún se investigan las causas del incendio, todo apunta que la falta de recursos económicos contribuyó a que se produjera el incidente. La propia vicedirectora del museo, Cristiana Serejo, aseguró que el espacio no contaba con detectores de humo, así como tampoco tenía seguro de incendio.
Según información preliminar, Serejo estimó que solo el 10% del acervo del museo se salvó: “Algunas cerámicas, el meteorito (el mayor encontrado en Brasil), algunas piedras”.
El gobierno de Michel Temer trató de salir al paso de las críticas, anunciando por la mañana la creación de una “red de apoyo económico” con grandes empresas públicas y privadas para facilitar la reconstrucción del museo, aunque sin detallar los recursos que se prevé destinar.
Con 200 años de existencia, el Museo Nacional era el mayor museo de historia natural y antropológico de Sudamérica. Además de las 20 millones de piezas, poseía una biblioteca con más de 530 mil títulos y contaba con una particular reputación por la riqueza de su departamento de paleontología, con más de 26.000 fósiles.