Diamela Eltit, Premio Nacional de Literatura: “Cada aniversario del plebiscito debería ser dedicado a las víctimas”

Su trabajo literario empezó a tomar visibilidad en la década de los 80. En plena dictadura cívico militar, Diamela Eltit fue autora de textos cuyo contenido criticaba el accionar represivo del poder, encarnado en la figura de una institución o bien en una persona que sofocaban la existencia de sus personajes.

Desde la vereda de la resistencia, la escritora ha dado protagonismo a personajes asociados a la marginalidad: trabajadores proletarios, mujeres, enfermos, vagabundos. Recientemente nombrada Premio Nacional de Literatura de este año, recuerda uno de los hitos de la historia reciente del país, el plebiscito del 5 de octubre de 1988.

Ese día Diamela Eltit estaba dudosa. Después de ir a votar, regresó a su casa para seguir las noticias por la tele. No sabía qué iba a pasar. Al igual que algunos de sus cercanos, estaba escéptica por las negociaciones y los acuerdos que se tuvieron que hacer para que existiera esa votación. 

Si bien para algunos existía una posibilidad cierta que Pinochet desconociera los resultados si no eran favorables para él, Eltit tenía otro análisis: “Ya no contaba con el beneplácito de Estados Unidos, las constantes revueltas ciudadanas, el malestar social generalizado, en fin. El panorama era adverso para Pinochet, no le quedaba de otra”, dice a El Dínamo.

La escritora se acostó temprano esa noche. “Estaba, lo recuerdo, melancólica”. Pero se tuvo que levantar al poco rato, porque su hija Dánisa, adolescente en ese entonces, había salido a celebrar a la calle junto a unos amigos y la tomaron presa. “Pasamos la noche en la comisaría porque mi hija denunció que había sido manoseada por los carabineros y eso implicó que no pudiera salir. Pude entrar a acompañarla, nos tuvieron toda la noche. Fue de terror. Los carabineros estaban furiosos ante el resultado de la votación, gritaban y se paseaban de un lado para otro en la comisaría,  golpearon a una mujer borracha que habían detenido. Estaban completamente alterados por el No”, rememora.

A las siete de la mañana del 6 de octubre Eltit y su hija volvieron a la casa. Ahí, ya tranquila, pudo decantar todo. “Pensé en las víctimas de la dictadura y en la suma de opresiones, represiones y violencia que habíamos vivido. En especial los detenidos desparecidos. Pensé que terminaban esos años terribles”, dice.

A 30 años del plebiscito, la Premio Nacional recuerda las incansables protestas populares de esa época, recuerda “cómo en las noches de protesta, los habitantes en las poblaciones manifestaban su descontento e  ignoraban incluso el Estado de Sitio. Recuerdo ahora a los numerosos muertos que dejaron esas noches de protesta popular” y agrega que “cada aniversario del plebiscito debería ser dedicado a esas víctimas entre las que se contaron mujeres, hombres, niños”.